Principios de Abril.
James había tenido un mes lleno de trabajo y prosperidad para la ciudad y no podía ocultar que estaba emocionado por la última noticia.
Zerzura había alcanzado el millón de habitantes.
La razón fue que durante los meses anteriores el General McLean había estado realizando una mudanza a gran escala, lo que llevo a que muchos migraran a Zerzura.
El trabajo fue enorme y si no fuera gracias a los portales comerciales, los robots y drones de construcción de la Empresa Cosmos hubiera sido una tarea imposible de llevar a cabo.
Todos los materiales de construcción y todo aquello que solo podía conseguirse en el exterior y que Zerzura no era capaz de producir era importado a gran escala.
Mientras que los robots y los drones llevaban construcciones de casas día tras días y al estar organizado por Atenea, la productividad estaba en su punto más alto.
Y los extranjeros que llegaban con los vuelos solo aumentaban cada día y muchos de ellos venían para quedarse.
"Deberíamos iniciar el plan para la construcción de aldeas y pueblos alrededor de la ciudad. Esto aumentará aún más la población, pero podremos empezar a explotar recursos." Murmurando por su cuenta, James tarareó mirando por la ventana.
Estaba viajando en un auto blindado y encantado con magia espacial por las calles de New York, dirigiéndose a completar una misión que la segunda accionista de la Empresa Apicius había ordenado.
De cierta forma esa jovencita fue la razón que viajara a África y se construyera una ciudad, pero James estaba contento.
Ahora la ciudad estaba afianzada como un ciudad-estado y si bien los gastos eran astronómicos, la Empresa Apicius no era una gran empresa mundial para nada.
Para James invertir era normal, incluso si la inversión se contaba en cientos de millones de forma recurrente y de cierta forma no era el único.
La Empresa Cosmos invertía en la ciudad, permitiendo que se abrieran puestos de trabajo y decenas de otras empresas seguían las inversiones permitiendo que mes a mes, se abrieran nuevas sucursales de todo tipo.
Y James lo permitió, a pesar de que podría detenerlo con regulaciones sin sentido buscando obtener ciertos monopolios y la razón de ser permisivo, era porque él apuntaba a otros beneficios.
Todos sabían que el General McLean se había retirado uniéndose a Zerzura con mucha de su gente, no solo soldados, sino que cientos de miles de refugiados, dejando atrás a gente de confianza que gobernara sus antiguas tierras con aquellos que se quedaron.
Pero lo que no todos sabían, era que la Empresa Apicius trajo sus propios gremios, compró y ató a otros gremios de aventureros, grupos de mercenarios e incluso señores de la guerra, permitiendo tener cierto monopolio en los recursos de las mazmorras naturales y temporales e incluso de los recursos naturales de la región.
Si bien tuvo que gastar sumas astronómicas para hacer que Zerzura creciera, de cierta forma a la vez había obtenido enormes extensiones de tierras con recursos que eventualmente doblarían su inversión.
"¿Debería ir más lejos?" Dudó James pensando detenidamente.
El siguiente objetivo a gran escala, sería hacer de las tierras de Jasar el Pálido un verdadero desierto cuando se empezará a traer las personas en grandes cantidades, prácticamente dejando desiertas los pueblos y ciudades del área.
De esa forma podría desarrollar los pueblos que deseaba construir estratégicamente alrededor de Zerzura y tener la mano de obra para explotar los recursos naturales, que brindaba estas tierras.
"Señor, nos estamos acercando." Informó el conductor por el parlante, siendo incapaz de mirar por el vidrio negro que dividía los asientos de adelante con los de atrás.
James al escuchar que estaba llegando dejo de pensar demasiado.
Era un hombre avaricioso y en cuanto más viejo se volvía más grande era su avaricia… No, él creía que no padecía de 'avaricia', solo era glotonería.
No le interesaba el dinero en sí mismo ni tenerlo o atesorarlo, solo le gustaba obtener más, siempre queriendo 'comer más de lo que podía masticar'.
Dando una pequeña sonrisa, al ver que el auto se estacionaba en un centro comercial, James bajo cuando se le abrió la puerta.
Como siempre cuando salía públicamente tenía un equipo de seguridad secreto protegiéndolo, pero en este momento, quien lo espero afuera fue una persona diferente.
"Un gusto conocerla, Señorita Kramer." Saludó James a la mujer seria que la esperaba.
Llevaba un traje de secretaria profesional, una mirada seria y casi puntiaguda que resultaba ser algo intimidante para personas normales, pero no para James.
Aurora le pidió un favor y ese fue que se encargara de una jovencita conocida en las redes como Serafín y le mencionó que se trataba de una amiga.
La llamada que le había dado fue algo curiosa, ya que Alice la estaba molestando con que diera una orden, pero pese al juego, el pedido fue serio y él vino a encargarse de la primera orden de la segunda accionista de la Empresa Apicius.
Y Gertrud Kramer, mejor conocida como la Manager Kramer era la persona indicada para empezar.
"El gusto es mío." Dijo Kramer y sin cambiar la seriedad de su mirada, añadió. "Aunque la situación no es agradable para mí."
¿Cómo lo sería? Esa mujer lo rechazó cuando su gente trató de contratarla y dio la excusa de que la empresa para la cual trabajaba, no quería dejarla y James tuvo que comprar la empresa.
La razón fue simple… Ella era lo mejor entre los manager del momento, seria, fría y capaz de enfrentarse a gente más poderosa que ella sin retroceder.
Un historial intachable y una veterana que protegía con puños y dientes a sus estrellas.
El mejor escudo que James podría conseguir para que protegiera a una jovencita que estaba entrando al mundo del entretenimiento.
"Sin embargo, ¿no cree que vale la pena?" Preguntó James con una sonrisa cordial sin verse perturbado por la hosquedad de la otra parte.
No se estaba refiriendo a trabajar para él, sino que a la joven que podría guiar en este mundo y a la cual cuidaría.
Amber Bradley, su madre murió en la calamidad no-muerta en Egipto y ella luego de ser rescatada volvió a Estados Unidos, en donde se animó a grabarse cantando para las redes… Se volvió furor.
Su voz era impresionante, sus canciones originales innovadoras y atrapantes, llena de emoción e historia y estaba registrada oficialmente como una psiónica que era capaz de trasmitir emociones con su voz.
Era una joya brillante, que sin pulir era lo suficiente valiosa como para que cientos de busca talentos de todo el mundo se volvieran loco por ella.
"No negaré que el talento de la joven es algo único. Su voz, su tono y la forma que canta las notas, es perfecto. Ni siquiera necesitará clases. Sin embargo, su brillo es demasiado alto, lo suficiente como para que alguien quisiera quedárselo para sí mismo." Dijo Kramer y con una voz fría, reveló. "Déjeme ser claro. Prefiero perder mi trabajo, que llevar a esta joven a manos de alguien desagradable."
James dio una media sonrisa algo extraña, pero a la vez un poco animada de su elección.
Tenía garras y ahora la estaba usando en su contra, haciendo parecer como si él tuviera intenciones oscuras en contra de la joven.
Y era normal que lo pensara… Quien vino, no fue el encargado de la discográfica que había comprado o el CEO 'Comedus Pictures', la compañía encargada de los asuntos relacionados con el entretenimiento.
Fue el CEO de la Empresa Apicius, quien estaba en la cima de todo y Kramer pensó que le gustó el brillo de la joven, lo suficiente como para 'quedársela' para él.
"Es mi deber saber la razón. Déjeme ser claro, si acepto este trabajo, trabajaré para ella no para usted ni la empresa o discográfica." Dijo Kramer al darse cuenta de su expresión tambaleante.
Fueron esas palabras lo que volvió a sacar a relucir su sonrisa y James observó a la mujer.
Amada por las estrellas que estuvieron bajo sus alas y odiados por las empresas, productores, directores y todos aquellos que utilizaban cualquier oportunidad para aprovecharse de los novatos.
Ella trabajaba para las estrellas… Una lealtad absoluta.
"No dudo que la discográfica busque talentos, lo que me extraña es que usted tenga que venir de forma personal. Incluso si la joven es una joya que podría llevar a cualquier discográfica a nuevas alturas, no es lo suficiente como para que usted se rebaje al venir." Añadió Kramer y bajando su tono, precisó. "Si desea que trabaje con ella, será mejor que me diga la verdad."
Estaba en lo correcto.
Ninguna estrella llevaría a que él viniera personalmente y eso para esa mujer fue demasiado extraño.
Y James asintió.
Solo alguien como esta mujer podía encargarse del pedido de Aurora de cuidar a la joven en esta clase de industria, que era bastante problemática.
"Alguien muy cercana a Amber, me pidió el favor de que la cuidara y que la protegiera si deseaba ingresar en la industria. Como no puedo estar todo el tiempo observándola, busque la mejor persona que podría encargarse de este trabajo por mí… Incluso si me costaba gastar algunas decenas de millones para conseguirla." Informó James con calma.
No iba a pagarle a cualquiera para que hiciera el trabajo y si bien tenía personas leales a su disposición, la mayoría solo estaban en los más altos puestos y nadie tendría la experiencia que Kramer tenía.
No había nada más serio que las órdenes de la primera y segunda accionista de la Empresa Apicius, tal vez Aurora no lo supiera, pero su autoridad era incuestionable dentro de la empresa, solo por debajo de Alice.
Y si tenía que comprar varias compañías para obtener a Kramer, quien consideraba la mejor herramienta para la protección de su objetivo, no dudaría en hacerlo.
"Sin embargo, no te diré de quien se trata. Porque se lo dirás a Amber, cuando decidas trabajar a su lado." Añadió James, haciéndole una señal para que continuaran y al ver la mirada hosca de esa mujer, solo sonrió y murmuró. "Y entre nosotros, alguien que vio películas oscuras de esta industria se asustó lo suficiente como para pedirme un favor."
Captó que la cautela Kramer disminuyó lo suficiente y la curiosidad fue en aumento, por eso decidió dar su respuesta.
Estas palabras de ahora serian trasmitidas a Amber, si ella aceptaba a Kramer como su manager y lo haría porque ella basaba el trabajo con su estrella como un vínculo de confianza.
No dijo el nombre de la persona, pero su murmullo dejo ver que la persona de que se trataba era alguien joven y fue eso, lo que causó que la desconfianza de Kramer disminuyera en gran medida.
Solo una joven fans podría asustarse tras ver películas 'oscuras' y querer ayudar a su ídolo… La única diferencia con los fans normales, era que esta persona tenía el suficiente poder como para hacer algo.
James al ver que Kramer estaba más relajada, solo siguió caminando por medio del centro comercial, en donde la joven había pedido que la reunión se realizara.
Kramer era buena y si él tenía que decir parte de la verdad para conseguir que aceptara, lo haría, todo por el bien de la tarea que se le había dado.
Dirigiéndose en donde estaba un restaurante público, pudo ver a la joven que era su objetivo.
Una altura superior a la media, llevaba ropa casual, buscando pasar desapercibida, pero su cabello rubio y su apariencia destacaba en los alrededores.
Rondaba los veinte, tal vez veintiún años y por la mirada, se notaba nerviosa.
James dejo que Kramer se adelantara, dando una sonrisa que normalmente no daba y se acercó a la joven presentándose a sí misma y luego permitiéndole que él se presentara.
"Soy James Wiley, me han enviado para ayudarte." Dijo James, ignorando la mirada seria de Kramer.
En los registros de sus habilidades decía que era capaz de trasmitir emociones con su voz al ser una psiónica, pero Aurora le contó sobre sus verdaderas capacidades.
Y fue por eso que él fue directo y sincero al hablar, sin intenciones de ocultar demasiado, al menos buscando pasar desapercibido de la detección de la joven.
"¿Usted me conoce?" Preguntó la joven, no con cautela al escuchar que alguien vino ayudarla, sino que con curiosidad… Al haber sentido que su sinceridad y la 'verdad' detrás de sus palabras.
"Sí. He escuchado de ti antes de haberte visto cantando en los videos." Respondió James y con calma, añadió. "Me pidieron que, si deseabas entrar al mundo del entretenimiento, te diera una mano y te protegiera de lo que pueda ocurrir."
Los ojos de Amber empezaron a brillar y el verdor fue visible por un segundo, pero ella sin mostrar cautela, dudó un momento y al final, continuó.
"¿Quién le pidió que me ayudara?" Preguntó Amber con una voz algo dudosa y a la vez lleno de expectativa al tener una idea de quien podría ser.
Aurora no deseaba que su nombre se conociera y que Amber la descubriera, de cierta forma sin deseos de enfrentarse a su pasado de forma directa, pero dejo en claro que si era necesario él podía usar el título que antes llevaba.
"¿Una admiradora? ¿Un héroe? ¿O quizás un Ángel Guardián?" Dudó James y con cierta sonrisa amable, añadió. "Yo soy solo un intermediario de alguien que desea verte bien y que no se atreve a acercarse… Al menos por ahora."
No dijo su título, pero fue suficiente y Amber bajo la cabeza limpiándose las lágrimas con cierta emoción y algo de felicidad.
James la dejo estar y no necesitó consolarla, ya que eran lágrimas de alegría.
Aurora le había hablado que esa jovencita si bien era alguien capaz de saber lo que otros sentían, era esa misma capacidad lo que la alejó de los demás, volviéndola un poco tímida.
Todos tenían intenciones que ocultaban de otros en alguna medida y que ella fuera capaz de verlo, sin duda crearía cautela.
"Entiendo… Gracias." Respondió Amber levantando su cabeza.
James por la mirada de la joven, sabía que había logrado su objetivo y fue por eso que dio una sonrisa.
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