Capítulo 549: Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 99: Iba a completar su misión.
Un jeep viajó por el desierto en dirección a la ciudad Jartum mientras que a su espalda varios camiones lo estaban siguiendo en una pequeña caravana.
La mujer que estaba en el asiento de trasero del jeep, fumó un cigarrillo que como exterior tenía corteza de madera.
El sol en lo alto obtuvo un brillo diferente mientras los efectos del cigarrillo empezaban a afectarla y los rastros de luz cayeron sobre su cuerpo, logrando que ella sintiera un placer intenso.
La brisa cubrió su rostro, logrando que su cuerpo temblara en una mezcla de excitación, placer y disfrute que superaba lo que cualquier humano normal podría obtener con métodos normales.
"Joder… Ya deja de drogarte y escúchame." La voz del conductor vino de repente, sacándola de su estado y cuando el hombre que habló, obtuvo su atención, explicó. "Deberíamos estar preocupados del Rey de Arabia. La paz traerá calma a las fronteras con las tierras sin ley, pero es posible que también haga algo con estas tierras."
El Gran Rey de Arabia un mago de tierra de rango SSS que luchó tenazmente contra los demonios, los sectarios y cultos de toda clase, prevaleciendo mientras enriquecía su nación.
"¿Preocupado? Acabamos de tomar varios no-muertos de Egipto y si tenemos mala suerte hasta seamos la causa de que extendamos la maldición a otras tierras. Una segunda calamidad no-muerta." Dijo la mujer y viendo que el hombre llevaba una expresión seria, señaló. "Solo conduce. Nosotros solo somos contratistas. Meros trabajadores."
En los camiones atrás de su auto estaban varios no-muertos que lograron atrapar para llevarlo a uno de los gobernantes de Jartum.
Las historias de la calamidad no-muerta decían que muchos de los que murieron en esas tierras se levantaban como no-muertos que buscaban atacar todo a su alrededor.
Si bien no salían de la zona en donde se encontraban, su número era tan grande que todavía no había sido erradicado y solo resguardado, lo que significaba que podían robar algunos no-muertos y venderlos a buen precio.
Pasar la seguridad de la Unión Europea en el área satélite era imposible, pero en el sur o en el oeste no era tan difícil.
Por supuesto, en el oeste estaba el desierto de Sahara y viajar por ese lugar era más que peligroso no solo por las bestias, sino que por el intenso calor del área.
El sur estaba un poco protegido, pero seguía siendo fácil infiltrarse.
"¿Y Zerzura? Escuche que se aliaron con Jasar el Pálido de la ciudad el Obeid. A su espalda está la iglesia y una gran empresa… Si apuntan a Jartum no es algo que podamos enfrentar." Murmuró su compañero con un tono grave.
Estaba preocupado por su negocio y su futuro, pero la mujer simplemente agitó la cabeza ante el miedoso que tenía de socio y continúo fumando.
Otra vez la sensación vino de repente mientras que la mujer se inclinaba en el asiento trasero conteniendo el gemido de placer que la droga le daba y mirando al cielo, pudo sentir manos extendiéndose por sus muslos subiendo hasta su cintura.
Su mente se desorientó mientras el cielo se nublaba cambiando en múltiples formas entremezclándose con figuras invisibles que se notaban ocultas.
La brisa golpeó su rostro causando que su cuerpo temblara y lentamente elevándose en un maremoto de placer y…
"Si dices una palabra te cortaré el cuello."
Una voz sonó al frente de ella y la mujer con su mente desorientada vio a la figura que aparecía al frente de ella.
Una figura masculina que no tenía rasgos faciales y que estaba sosteniendo su cuello con fuerza y su daga cerca de clavarse en su estómago.
La mujer al sentir el agarre en su cuello y ver la figura negra cuyo toque lograba hacerla temblar, se acercó besando a la figura y lamiendo el rostro negro.
"Mi sombra tiene más encanto que yo." Murmuró la misma voz, solo que esta vez vino del asiento atrás de donde su socio estaba conduciendo.
Un hombre flaco y pálido estaba utilizando su daga cerca del cuello de su socio que le daba una mirada de terror.
Fue el miedo que su socio mostraba que hizo que la mujer reaccionara, pero fue demasiado tarde.
El jeep se detuvo y el agarre en su cuello se apretó, mientras veía su misma figura bajar del auto y hacer una señal a los demás.
"Bajen necesitamos hablar de algo. Con todos si es posible." Ordenó su clon, con su misma voz.
Era una ilusión… Esa realización hizo que la mujer se alarmara, pero el agarre de su cuello se apretó con mayor fuerza y ella soltó un gemido.
"Dime que no…"
"Ughh…"
"Que…"
Antes de que el hombre que estaba a su lado y la sombra pudiera realizar su pregunta, aquellos que bajaron de los autos y el equipo de guardia fue emboscado por figuras que cayeron del cielo.
Ninguno se dio cuenta del ataque hasta que literalmente fueron golpeados y cayeron sin ni siquiera poder defenderse.
¿Qué estaba ocurriendo?
******
Aurora caminó al lado del camión y al llegar a la parte trasera, Abdellah le abrió la entrada permitiendo ver a los no-muertos que estaban en el interior.
No parecía uno de los no-muertos que surgió bajo tierra debido a que no tenía vestimenta antigua o estaban momificados, sino que daba la impresión de que era una persona que murió y se levantó de vuelta.
Dos hombres, tres mujeres y dos niños ambos con ojos vacíos, partes del cuerpo rotas o destruidas y tiesos como si no tuvieran vida.
Era posible que, si volvían dentro del territorio de la Calamidad no-muerta que estaba contenida, se movieran y decidieran atacar, pero ahora solo eran carcazas vacías.
"Haz que los paladines los purifiquen." Ordenó Aurora sin cambiar de expresión y viendo la expresión de ese mercenario, añadió. "Celina se encargará de ocultarnos."
Junto a esas palabras simplemente se dirigió a donde estaban atados el grupo que estaba conduciendo esta pequeña caravana.
Dos guardias de rango A y la líder junto a su socio ambos del mismo rango.
Fue fácil de abatir debido a que la mujer que lideraba estaba drogada y ahora estaban aterrados mientras estaban arrodillados en la arena con esposas mágicas que lo ataban y le impedían moverse.
Una figura femenina encapuchada estaba cerca de ellos, revisando a cada uno de ellos mientras jugueteaba con su varita.
Esa mujer era Celina, un demonio de rango S que utilizaba magia de ilusión y era uno de los compañeros que Melgar había invitado a que se uniera a su misión.
"Puedo crear los artefactos de ilusión para reemplazarlos. Me llevará una hora." Dijo Celina al levantarse.
Una túnica holgada que ocultaba su cuerpo y una capucha que impedía que su rostro fuera visto.
Según la Iglesia del Tiempo y el Espacio, esa mujer vino por el portal demoniaco debido a que estaba escapando de algunos perseguidores y por eso llego a este lugar.
Se ocultó y no participó en la guerra muy similar como hizo Melgar y por eso ambos se conocieron.
Ahora estaba dispuesta a trabajar para la ciudad o precisamente para ella, quien era la persona que literalmente le pagaba a Melgar.
"¿Necesita que lo haga más rápido?" Preguntó Celina con una voz algo preocupada.
Un tono encantador que llevo a que Aurora no pudiera evitar levantar su ceja, sintiendo que la voz era atractiva… Ese pensamiento hizo que ella sonriera.
"No. Puedes tomarte el tiempo que desees. Abdellah se encargará de enviar a esta gente a Zerzura para que sean juzgados." Dijo Aurora con una voz llena de calma.
Esa mujer estaba escapando debido a que era hija de una súcubo que era un demonio puro y un 'demonio menor', su nacimiento no fue aceptado entre algunos demonios, llevando a que fuera perseguida.
Su voz encantadora solo eran rastros de un encanto innato que según lo que había leído en el informe no podía controlar.
Viendo que la mujer volvía a trabajar, revisando a los miembros de la caravana, ella dio una mirada a algunos conductores.
Una joven mujer que estaba pálida debido al miedo y que ni siquiera alcanzaba los dieciocho años… Ella estaba trabajando para estos malhechores.
Cuando sus miradas se cruzaron, esa joven bajo la mirada temblando sin querer observarla… Estaba aterrada.
Agitando su cabeza para sí misma, ella se movió al jeep de adelante en donde su hermana estaba con Rupert y César.
Abdellah que estaba presente se iba a encargar de llevar a cada uno de ellos a la ciudad el Obeid y luego a Zerzura, en donde serían juzgados por sus crímenes o tratados siguiendo las leyes.
Como en este momento tenían el control, no era necesario matar a nadie y era mejor que otros se encargaran de juzgarlos.
Mientras no hayan cometido grandes crímenes saldrían libre y eso era mayor para los jóvenes que solo actuaban como simples conductores.
Por supuesto, ella no los liberaba ahora porque necesitaba asegurarse de que nadie hablara y verificar su historial o su pasado con un sacerdote.
Al menos en este momento, era capaz de permitirse llevarlos a las autoridades para que tuvieran un juicio justo, pero eso era algo de este momento.
Lo que estaba por venir, no iba a ser para nada fácil.
"¿Confías en esta misión?" Preguntó Melgar al acercarse a su lado.
"La has planeado tú. ¿No deberías tener confianza en esto?" Cuestionó Aurora dando una mirada a ese hombre pálido.
La misión era bastante simple.
Melgar había logrado identificar un grupo que iba a vender no-muertos a un gobernante de Jartum que era un nigromante y su misión, era reemplazarlos utilizando a Celina para disfrazarse y adentrarse a la ciudad que había aumentado la seguridad.
Una vez en el interior, aquellos socios de Melgar que había estado reuniendo y todos los que estaban trabajando para él se moverían para golpear diferentes lugares, antes de tomar el control.
La simpleza de esta misión venía de que no tendrían que iniciar una guerra ni nada de ese estilo.
Aquí estaba luchando Jasar el Pálido con las fuerzas de Jartum, sin intervención de la iglesia… Eso al menos sería lo que públicamente todos sabrían.
"Sí, tengo confianza. Pero no esperaba que confiaras lo suficiente para dejarme a cargo la misión." Respondió Melgar de forma sincera.
Estaba confiando en un demonio con el cual estaba cooperando para lograr sus propios objetivos.
Él deseaba vengarse de los gobernantes de Jartum y ella liberar la suciedad que estaba impregnando la ciudad.
Aunque entendía la razón por la cual no debía confiar en alguien que había conoció hace poco tiempo y con el cual estaba cooperando, había una gran diferencia en este caso.
"Has realizado un excelente trabajo lo menos que puedo hacer es confiar en que seguirás trabajando igual de bien." Respondió Aurora de forma honesta.
La materia que le enseñaba a cómo organizar y gestionar personal dentro de su estudio administrativo le estaba ayudando.
Literalmente esa frase la sacó de un libro que había leído, pero independientemente de la fuente, para ella tenía sentido.
Melgar estaba realizando un excelente trabajo en el Obeid y junto a su gente, estaban trabajando duramente para ganarse la confianza de ella y de esa forma de la iglesia.
Celina que estaba tratando de crear artefactos para ocultar a su grupo y poder infiltrarse sin ser descubierto era la prueba de que deseaba mostrar su talento.
"No sé si los terrícolas maduran con rapidez o ambas son peculiares." Murmuró Melgar y cuando ella levantó su ceja, precisó. "De todas formas, es bueno trabajar para alguien decente. He trabajado para verdaderos demonios."
Estaba utilizando el término 'demonio' de la forma que los humanos lo utilizaban… Individuos peligrosos y mortales que representaban la 'maldad'
Aurora simplemente agitó su cabeza y le hizo una señal a su hermana para que se acercara junto a César y Rupert.
Abdellah que estaba con un grupo de paladines también se acercó tan obediente y silencioso como siempre.
Todo el grupo se reunió y Melgar dio una expresión solemne.
"Últimamente Jartum ha estado con la guardia en alto. Aumentó de patrulla, control de sus tierras y revisión de la defensa. Los altos mandos también se han resguardado y se han mantenido en silencio." Informó Melgar y con calma, añadió. "Desconozco lo que planean, pero mi gente se ha infiltrado en la ciudad y está preparada para golpear. Una vez que nosotros también nos infiltremos."
Su gente eran demonios que vinieron desde los portales y a la vez también individuos de confianza que contrató en estas tierras.
Aurora había decidido confiar en Melgar debido a que ese demonio había realizado un excelente trabajo hasta ahora.
Y si bien no había logrado descubrir lo que estaban haciendo los gobernantes o que estaban preparando, sabía lo suficiente para actuar.
A donde moverse una vez que entraran, a quien atacar y en donde golpear.
"Nuestro objetivo es eliminar a los gobernantes de Jartum. Cada uno de ellos tiene bastante gente trabajando para ellos y tiene varios negocios desagradables incluso para mí." Dijo Melgar y observando a su hermana y luego a ella, murmuró. "No creo que podamos resolver ninguna situación pacíficamente."
Aurora sabia a lo que estaba apuntando.
Era muy posible que lo que se encontraran resultara ser más desagradable que en otras áreas y con lo que había visto en las tierras de la Señora de las Bestias, ella estaba preparada.
Y no iba a dialogar o tampoco tratar de resolver la situación pacíficamente, buscando que se rindieran.
Esto era una misión de asalto que debía realizarse con rapidez y con una precisión quirúrgica, eliminando las cabezas antes de encargarse del resto.
"Tampoco tenía pensado dialogar." Respondió Aurora con calma.
Pudo detener a los criminales que dirigían los camiones sin tener que asesinar a nadie y podía hacer que los llevaran a Zerzura para que la iglesia los juzgara según leyes internacionales.
No obstante, en el asalto que estaban por realizar no tendría tanta libertad y no podrían contenerse.
"Cualquier enemigo que nos desee enfrentarnos, puede ser eliminado." Enfatizó Aurora logrando que todos pusieran expresiones solemnes.
Melgar asintió en acuerdo.
Aurora no estaba dispuesta a dejar que la situación en Jartum continuara y si bien había estado retrasando todo, ahora no era momento de contenerse.
Incluso si tenía que pavimentar su camino de sangre iba a completar su misión.
PENSAMENTOS DOS CRIADORES 
Evil_Warlord
Evil_Warlord Capítulo del día. Ahora viene la misión de Sudan, les aviso que será algo oscuro. En fin, luego de eso seguiremos la historia principal hasta el final del volumen 2.
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