Leslie caminó al cuartel militar de la Ciudad Atlántida.
Estaba por asistir a la reunión que el Capitán Luukas la había invitado tras hablarlo con su padre.
Su padre al estar relacionado con la Empresa Cosmos, sabía algo sobre esa gran empresa y si bien no contó demasiado, le dio la sensación de que era una importante entrevista.
Revisando su reloj holográfico por última vez, ella dio un suspiró al leer sobre Kenia.
"Va a ser complicado." Murmuró Leslie sin poder evitarlo.
Cinco individuos de los cuales, dos eran demonios de rango S, se adentraron al portal abismal en el tiempo que estuvo bajo el control del Gremio Tower.
Eso significaba que había individuos peligrosos dentro que podían hacer que todo se volviera caótico y eso significaba que la expedición se podía encontrar con graves peligros.
Hubo críticas por las redes a causa de la ineficacia de los gobiernos locales, pero la verdad era que eso podría haber sucedido en cualquier parte.
El portal en Pakistán fue descubierto y algunos Archimagos lo trataron de ocultar, si no fuera por la situación del área era posible que todo terminara ocultó.
Lo bueno era que la Empresa Cosmos había prestado su apoyo a Zerzura y la Ciudad Atlántida sería uno de los miembros importantes junto a la Iglesia del Tiempo y el Espacio.
"Hay demasiada incertidumbre." Murmuró Leslie al entrar al cuartel militar.
Se encargó de hablar con la secretaria sobre la reunión y luego se sentó a esperar.
Había demasiada incertidumbre sobre el portal y lo peor era el tiempo.
El séptimo portal tuvo un tiempo de aparición en el cual estuvo en manos del Gremio Tower y si bien era una diferencia de varios días, no sabían cómo era el otro lugar.
¿Qué sucedía si era como el primer portal en donde había una diferencia de tiempo?
Entonces era posible que Aurora y Alice se enfrentaran a una situación peligrosa e incluso fatal.
Lo único bueno de la situación era que los preparativos estaban siendo arreglados de forma rápida.
Conseguir elementos defensivos, artefactos, equipos militares, preparar los suministros y decenas de otros trámites estaban siendo llevadas a cabo a gran velocidad.
Aun así, requeriría tiempo, ya que prepararse para las diferentes circunstancias no era fácil.
"Leslie Haillet la están esperando." Dijo la secretaria y tras darle la dirección la dejo que fuera sola.
Leslie ya era conocida por la secretaria y conocía el lugar debido a que estuvo entrenando aquí.
A la dirección que le señalaron era las oficinas de los altos mandos.
En su caminata, la expresión de Leslie tembló un momento cuando los alrededores se distorsionaron y antes de que pudiera hacer algo, su visión se volvió a estabilizar.
En donde se encontraba en una sala privada en la cual estaban dos individuos.
"¡Saludos, Capitán!" Saludo Leslie al ver a Luukas Waris.
Su disciplina como soldado no se había olvidado y en vez de dudar, decidió saludar como se debía a pesar de que había otro individuo presente.
Era un hombre vestido como militar y lo más notable, no era la seriedad, sino que Leslie sentía que lo había visto.
¿Fue durante su visita a la Empresa Cosmos? Él parecía haber actuado como el guía y siempre fue amigable, pero ahora su seriedad daba una sensación de ser alguien diferente.
"Su nombre es Aquila Trenus encargado del ejército de la Ciudad Atlántida y de la seguridad de la Empresa Cosmos. También es el rango SS del ejército." Informó Luukas con seriedad.
Había escuchado sobre el rango SS del ejército de la Ciudad Atlántida, pero debido a que la persona e incluso la misma ciudad ocultaba información y le gustaba mantener resguardado sus fuerzas, no se reveló detalles específicos.
No era como si alguien pudiera quejarse, el ejército no intervenía en muchos temas y prácticamente la Ciudad Atlántida era una ciudad privada.
No importaba si tuviera un ministro elegido por el voto popular, o si tuviera un consejo con líderes de gremios poderosos, iglesias o empresas, al final el ejército de la ciudad estaba atado a la Empresa Cosmos.
Leslie saludo al hombre y ese individuo asintió.
"¿No te han informado sobre cuál será tu misión?" Dudó Aquila y al verla negar con la cabeza, la invito a sentarse y explicó. "El equipo especial se encarga de varias tareas. Resguarda los intereses de la Empresa Cosmos y actúa como medio de seguridad."
Sonaba bastante simple, pero la mirada que estaba dando ese hombre era lo suficiente seria como para dejar en claro que en realidad estaba hablando en general.
"Nos encargamos de los espías de la Empresa Cosmos. Atraparlos y someterlos e incluso asesinarlos si llega la necesidad. La seguridad siempre es alta, pero nunca bajamos la guardia y más cuando se tratan de áreas de investigaciones altamente clasificadas." Detalló Aquila y al ver que su expresión temblaba, explicó. "También nos encargamos de eliminar los 'Señores de las Armas'. Aquellos bastardos que venden nuestras armas a individuos peligrosos."
Leslie parpadeó sorprendida y le dio una mirada a Luukas tratando de entender a lo que se refería.
Entendía que había que atrapar a los espías, pero asesinarlos… Iba más allá de su imaginación.
Y ni hablar de encargarse de los 'señores de las armas', había escuchado esa terminología, pero no pensó que fuera tan extremo.
"Tal vez piensas en los medios legales. Lo usábamos, ¿pero de qué sirven esos medios si los vendedores de nuestra tecnología son países?" Cuestionó Aquila y dando una mirada seria, declaró. "Eliminamos al vendedor, sancionamos duramente al proveedor y recuperamos nuestros equipos."
La Empresa Cosmos y la Empresa Taranis de su padre por lo general distribuían armas al público para los usuarios de habilidades y si bien había algunas reglas, era normal que esas armas terminaran en manos de pandilleros o maleantes.
Sin embargo, era otro tema cuando se hablaba de armas de guerra como vehículos militares o armas en una gran cantidad.
¿Cómo los gremios en la tierra sin ley y los demonios obtuvieron armas? ¿Cómo algunos señores de la guerra en áfrica conseguían equipo militar a veces medianamente moderno?
Era simple.
Alguien le proveía y en este caso no era la empresa misma, así que, si sus diseños estaban en mano de milicianos de forma masiva, era posible que alguien más la revendiera.
Leslie nunca había escuchado que tales medidas se llevaran a cabo.
"También nos encargamos de eliminar demonios peligrosos, sectas, cultos, organizaciones secretas, detener rituales, descubrir demonios ilegales y en caso de no ser peligrosos registrarlos o deportarlos." Enumeró Aquila y con una expresión seria, declaró. "Básicamente nos encargamos de mantener la ciudad limpia y para hacerlo nos ensuciamos nosotros."
Su expresión no cambio y se mantuvo seria.
El trabajo no solo era encargarse de la seguridad de la Empresa Cosmos y de la tecnología que ellos diseñaban, sino que se priorizaba una limpieza general.
Trabajando en silencio y en las sombras para mantener la seguridad de la ciudad y evitar eventos que podrían resultar muy peligrosos.
"Entonces, ¿te gustaría unirte al equipo?" Preguntó Aquila y con seriedad advirtió. "Trabajarás directamente y eso significa que tendrás que ensuciarte las manos. No te obligaremos a realizar una misión luego de que se te informara los detalles, pero en el campo, tus compañeros serán tu prioridad."
Era un trabajo para nada simple.
No solo se necesitaba experiencia y capacidad junto a la disciplina necesaria, sino que algo más importante.
Valentía y sobre todo ser alguien de sangre fría para actuar.
Ser decidido para momentos necesarios y al ser situaciones reales, tener la capacidad de sobrellevarlo.
Llegar a este punto era inevitable.
En algún momento hubiera sucedido y en su caso, ya era hora… Era hora de pasar del entrenamiento al campo real.
******
En el campo de batalla un luchador y una psiónica se estaban enfrentando entre ellos.
Aurora observó la batalla prestando poca atención.
Quien estaba luchando era una mujer morena de curvas que sin duda atraían a cualquier persona y cuyo físico entrenado era agradable a la vista.
Su belleza era tan grandiosa como su fuerza.
"¡UGHH!"
Una enorme fuerza de presión cayo de repente sobre su rival que era un luchador y ese hombre cayó al piso arrodillándose y si bien trató de levantarse, no pudo.
La 'gravedad' se había triplicado y ese hombre no pudo soportar su propio peso y cayó al suelo sin poder levantarse.
"Me rindo." Dijo el luchador y la fuerza desapareció.
Aurora prestó atención a esa mujer que dejo de controlar la gravedad para presionar a su oponente.
Esa mujer era una psiónica cuya especialidad era controlar la gravedad y era alguien extremadamente hábil.
Tampoco era simple.
Andrea McLean una de las múltiples esposas del General McLean, psiónica de rango S que estaba entre los más fuertes de ese rango con respecto a Zerzura.
Su capacidad al controlar la gravedad sin duda era muy única y rara.
Había una 'magia de gravedad', pero al igual que la 'magia de tiempo' no muchos podían utilizarla o dominarla.
En este caso, Andrea utilizaba su mente para controlar la gravedad y Aurora no pudo evitar sonreír.
"Gracias por aceptar participar en el portal Andrea." Dijo la Cardenal Brousseau dándole una sonrisa.
"Debo cumplir con mis obligaciones." Respondió Andrea asintiendo antes de retirarse.
Era tan estricta como su esposo el General McLean y ambos compartían obligaciones.
Ella era la Capitana del Equipo Psiónico en el ejército y si bien los psiónicos no era el fuerte de Zerzura, ella era extremadamente hábil.
Aurora no podía negar que estaba contenta, ya que había luchado con esa mujer en el pasado y había probado lo peligroso que podía ser alguien de su tipo.
"Vamos por el siguiente." Ordenó la Cardenal Brousseau sentándose en la silla
Ahora mismo estaban en un campo de entrenamiento en donde se estaba analizando la fuerza de aquellos que decidieron adentrarse al portal abismal.
Quienes miraban no solo era ella y la Cardenal Brousseau, sino que en una larga fila de sillas se encontraban el Rey de Mombasa, el Rey de Madagascar y el General McLean.
Sin embargo, también había alguien más y Aurora giró su mirada de reojo.
Era un joven vestido de traje elegante que miraba de forma sería el espectáculo.
Aurora podía ver el perfil del joven y para ella no solo era guapo, sino que esa mirada seria le encanto.
Al tener ese pensamiento Aurora se puso ligeramente roja y tal vez debido a que su mirada era intensa, el joven desvió la mirada hacia ella.
Su expresión indiferente cambio y le dio una sonrisa mientras que sus ojos de color zafiro brillaban con intensidad.
"…"
Aurora volvio a mirar hacia adelante lo más tranquila que pudo y trató de que nadie viera su expresión.
¡Fue demasiado encantador!
Kairos estaba a unos metros de ella, actuando como el representante de las fuerzas atlantes y la Empresa Cosmos.
Y Aurora no podía negar que el papel que estaba tomando, era un deleite a los ojos.
"Un buen combate." Dijo el Rey de Madagascar tratando de iniciar una conversación con Kairos.
Aurora observó el combate y reconoció a las personas que estaba luchando.
La Paladín Amanda de la Iglesia del Tiempo y el Espacio se enfrentaba a un militar de rango S de Zerzura.
Ella desvió su atención a Kairos.
"Lo es, aunque es una batalla decidida." Respondió Kairos con calma.
La expresión del Rey de Madagascar tembló un momento ante la respuesta.
Fue una respuesta tranquila y simple, pero no hubo deseos de conversación y se sintió indiferente.
Esa era la actitud que estaba tomando Kairos y esa era la actitud del CEO de la Empresa Cosmos.
Y si verlo sonrojarse era lindo, aquí estaba siendo encantador.
Aurora volvió a controlar su expresión, pero su mente entró en un frenesí.
¿Por qué estaba mirándolo de forma constante?
Parecía alguna clase de acosadora obsesionada.
Ella sabía que debería mostrar una apariencia estética al trabajar, no obstante, su mirada no se dejaba de desviar por su cuenta y sus pensamientos no dejaron de pensar en lo encantador que estaba actuando.
Al ver como Amanda ganaba al militar, Aurora trató de respirar hondo buscando calmarse.
Zerzura tenía varios rangos S y ese militar, aunque era bueno, no podía ganarle a una veterana como Amanda e incluso no era capaz de enfrentarse al poder de un paladín.
Otra vez desviando la mirada a Kairos, ella no pudo evitar sonreír algo alegre.
La Ciudad Atlántida había enviado algunas fuerzas militares y la Empresa Cosmos había instalado un campamento desplegando equipos militares de guerra.
Su apoyo en caso de que llegara la peor situación iba a ser de gran ayuda.
Aurora normalmente sentiría esa sensación de devolución, de querer devolver el favor, pero cada vez que lo miraba ella no podía ocultar su propia sonrisa.
Él solo con su presencia le estaba animando el día.
"Deseo tener un enfrentamiento con la Protectora de Zerzura."
Una voz repentina la distrajo y ella controlando su expresión, dio una mirada a la persona que había hablado.
Era un joven que tal vez tenía veinticuatro o veinticinco año y lo que destacaba era su mirada curiosa.
La estaba mirando fijamente y Aurora al ver como levantaba su lanza, no sintió que buscaba problemas, pero igualmente había arruinado un poco su humor.
Este lugar era grande y había bastantes personas mirando las batallas de los posibles candidatos.
También se encontraban varios rangos SS que estaban participando ya sea dentro o fuera del portal, y pedirle combatir en este momento, era poner en juego su reputación.
Claro, había algo más importante y Aurora sintió la mirada de Kairos en ella.
¿Alguien lo estaba tratando de causarle problema delante de ese joven?
Pensar en ponerse en vergüenza al frente de él, no fue algo que le agradara y fue por esa razón que se levantó de su asiento.
"Gracias por aceptar. Soy Eddy Walls el nuevo administrador del Gremio de Mercenarios en Kenia. He oído mucho de ti y estaba demasiado curioso." Dijo el joven con una sonrisa.
Aurora no podía sentir malicia en la otra parte o deseo de avergonzarla, tampoco daba la sensación de querer causar problema.
¿Alguien lo había enviado?
Era muy posible que alguien lo enviara para que se enfrentara con ella para demostrar la fuerza de la 'Protectora de Zerzura' y de esa forma asegurar su propia posición como miembro de la expedición.
Todavía no había ido a registrarse como rango S y si bien un informe de su historial podía ser ilustrativo, nada era mejor que verla directamente.
En este lugar estaban los candidatos o miembros elegidos de la expedición y algunos o no lo conocía lo suficiente o no los conocía en absoluto.
"Soy Aurora Campbell." Dijo Aurora sacando su espada de su anillo espacial.
Desenfundando su espada con cuidado activó su concepto de luchadora y su fuerza traspaso al rango S con cierta facilidad.
No tuvo que pensar en cosas que la enojaban para alimentar su concepto, estaba de malhumor recientemente y que la interrumpieran en su observación, fue suficiente para activar su concepto alimentándolo con esas emociones negativas.
Y a pesar de que podía suponer quien fue la persona que envió a este joven, también entendía que era de ayuda.
Deseaban que demostrara su capacidad para acallar a los demás y eso iba a hacer.
El joven se puso su equipo y con su lanza en su mano se posicionó al frente de ella.
"¡Pueden comenzar!"
Cuando la Cardenal Brousseau dio la orden, el joven atacó de inmediato realizando un empuje con su lanza.
Era bastante veloz y Aurora esquivó con varios pasos mientras sostenía su espada con calma.
El joven no se contuvo y realizó varios empujes con su lanza a gran velocidad y al ver que ella esquivaba sin parecer perturbada, trató de cortarla con fuerza.
Aurora utilizó ese momento para mover su espada y repeler la lanza, sin embargo, no fue un movimiento simple.
*BOOM*
La fuerza de su brazo fue mayor que la fuerza de la lanza y al golpearla con su espada la lanza retrocedió con gran fuerza golpeando la tierra creando un cráter.
El joven se sorprendió, pero cuando intentó defenderse era demasiado tarde.
Aurora acortó distancia a gran velocidad y apuntó su espada al cuello del joven, dejándola a centímetros.
"…"
Ella no se contuvo en nada, aprovechó la primera abertura de su oponente y utilizando su fuerza propia que su oponente desconocía, rompió su defensa y lo sorprendió.
El joven a diferencia de otros no se enojó por perder tan fácil, solo se puso algo pálido al sentir la espada en su cuello y luego dio una sonrisa.
"Es tal como había escuchado. Gracias por aceptar mi reto." Dijo Eddy de forma honesta.
Estaba claro que fue enviado por alguien y era muy posible que fuera James asegurándose de que los demás se dieran cuenta sobre su fuerza y a la vez que no dudaran sobre ella una vez que entrara al portal abismal.
"No, gracias a ti por ser considerado. Solo me aproveché de mis ventajas y tu falta de información para ganar rápido." Respondió Aurora con una media sonrisa.
No deseaba avergonzarlo y no quería que alguien pensara que el joven era débil.
Tampoco estaba mintiendo, si el joven supiera que ella tenía una gran fuerza hubiera cambiado la forma en la que la enfrentaba y la batalla podría haber durado un poco más.
El joven asintió y se retiró junto a Abdellah.
Aurora solo volvió a su asiento y pudo notar que Kairos le daba una sonrisa alegre por verla actuar.
Él estaba disfrutó de la batalla y al ver esa mirada maravillada, hizo que ella tosiera suavemente bajando su cabeza para que nadie notara sus mejillas.
No sabía cómo tratarlo.
¿Cómo el CEO de la Empresa Cosmos? ¿Cómo el aliado de las fuerzas en contra del portal? ¿Cómo su pretendiente?
Tampoco sabía lo que deseaba hacer él, así que ella tomó una posición pasiva… Siendo prácticamente una acosadora que lo miraba fijamente.
Los siguientes miembros pasaron y la Sumo Sacerdotisa Xaali se enfrentó contra un mercenario contratado por el Rey de Madagascar.
Aurora se distrajo al ver a la Sumo Sacerdotisa Xaali, ya que esa mujer en vez de rezar agitó su mano distorsionando el espacio alrededor de su oponente.
Las distorsiones espaciales eran visibles y no dejaba ningún lugar para escapar, incluso 'parpadear' lejos era imposible.
"Me rindo." Dijo el mercenario con una expresión irritada sin poder realizar un movimiento.
"¿Acaba de ascender de rango?" Preguntó Aurora a la Cardenal Brousseau.
"Sí. Ella devotamente ha estado rezando y gracias a algunos consejos de la Cardenal Najjar, ha logrado controlar el 'espacio' con mayor fluidez. Supongo que si reza puede demostrar una mayor capacidad de la que tiene actualmente." Respondió la Cardenal Brousseau con una suave sonrisa.
Aurora asintió cómodamente.
La Sumo Sacerdotisa Xaali era bastante fuerte antes y la tasa de respuesta de su dios a ella era muy elevada, dejando en claro que era una creyente apreciada.
Usando el poder de su dios podía volver el tiempo hacia atrás e incluso era capaz de ver el pasado.
La Cardenal Najjar era una experta en el control de sus poderes y sus consejos seguramente ayudaron a la Sumo Sacerdotisa.
Aurora no podía negar que estaba contenta al ver que alguien que conocía avanzaba.
"Se ve poderosa." Dijo el Rey de Madagascar y dando una mirada, precisó. "Solo faltan tres miembros y completamos los diez."
Quienes iban a participar hasta ahora era la Cardenal Najjar, la Sumo Sacerdotisa Xaali, Amanda, Abdellah, Andrea y luego estaba ella misma junto a su glotona amiga.
Siete de los diez miembros necesarios.
También había algunos candidatos prometedores que faltaban y la verdad era que elegir a los últimos tres iba a ser difícil.
El grupo hasta ahora era gran parte miembros de la iglesia o que estaban conectados con Zerzura, pero cada uno tenía una gran fuerza o experiencia.
"¿Pueden dejarme un espacio?" Preguntó Kairos de repente.
Aurora fue la primera en desviar la mirada para verlo, pero él estaba mirando a los otros líderes.
"Claro. Aunque creo que habló por todos para saber de quién se trata." Dijo la Cardenal Brousseau y con una sonrisa, preguntó. "¿Quién es?"
Nadie podía impedir que ese 'peso pesado' enviara a alguien que deseaba y eso era porque su apoyo era alto.
Kairos mantuvo su expresión tranquila al recibir tantas miradas y sin verse perturbado, habló.
"Soy yo."
¡El último capítulo del año! Pronto nos acercamos al año de haber publicado la historia.
Espero que disfruten el capítulo de hoy y espero que tengan un feliz año nuevo y un año mejor que el 2020.
¡Saludos!
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