Érica en su pequeña cabaña en el interior de la Ciudad de Hielo, sentada en su sofá, miró a sus compañeras por la proyección de videollamada.
"¿Cómo han estado?" Preguntó Érica sintiendo la atmosfera difícil.
Solo hace dos días fue año nuevo y ya se encontraban en los primeros días de enero del año 2049.
Leslie se notaba cansada, algo normal cuando ella aceptó aumentar el entrenamiento militar y volverlo más pesado.
Nicole llevaba una expresión sería mientras su cuerpo se regeneraba lentamente de los pequeños cortes, quemaduras y moretones en su rostro.
Era probable que, ante los ojos de su compañera, ella misma se viera pálida… Y eso era porque hace un momento acababa de gastar toda su energía mágica practicando sus hechizos.
Velocidad para lanzarlo, potencia y precisión.
En este lugar había varias mazmorras naturales, así que podían entrenar en ellas frecuentemente.
Las criaturas aparecían de forma periódica y si necesitaba experiencia práctica, ella iba a esas mazmorras, a practicar sus hechizos y a veces entrar en batallas complicadas cuando se enfrentaba a criaturas de rango A.
"Deprimida. Todavía no siento que haya ascendido de rango y si bien el entrenamiento físico ayuda a mi estado, no estoy recibiendo lo que necesito." Reveló Leslie con una expresión agobiada y estresada.
Ascender a Rango A… Érica sabía que Leslie tenía un alto nivel de ataque gracias a sus armas, pero que no consiguiera ascender de rango estaba haciendo que se estresara.
Su talento de maestría de armas al ascender lograría darle más entendimiento en su arma y ciertas 'habilidades sobrenaturales' como lo eran guiar los disparos.
No era algo referido a la energía mágica o psiónico, así que no se guiaba por reglas 'normales'.
"Estresarte no te ayudará en nada." Dijo Érica con seriedad.
No era buena para consolar a las otras personas y lo único que podía decir era…
"Todavía no has pedido y bebido tu elixir que puede ayudarte ascender de rango. Si quieres beberlo al ser un Rango A, entonces lo único que queda es seguir mejorando." Dijo Érica y dando un largo suspiro, agregó. "Además, hasta ahora solo has tenido entrenamiento físico y no ha pasado demasiado tiempo."
Nicole y Aurora habían bebido su elixir, pero los demás todavía no lo habían recibido o no lo habían pedido.
Este último caso fue el de Leslie, quien no pidió su elixir, ya que quería beberlo cuando ya fuera un rango A.
Érica por su parte, estaba a la espera de recibirlo y si bien ayudaría que lo bebiera, como un rango A no cambiaría demasiado.
Estaba estancada con respecto al conocimiento y era difícil acelerar ese proceso y lo único que podía hacer era estudiar duramente para leer los libros de magia de hielo.
Algo que era agradable, ya que en esta ciudad había una biblioteca que almacenaba libros de magia de hielo.
Al ser un sitio en donde entrenaban magos de hielo era común que tuviera esta clase de libros, pero como era un lugar clasificado, muy pocos lo conocían.
En el caso de Leslie, ella trataba de posponerlo, pero si se encontraba estancada siempre podía pedir el elixir y luego beberlo… El éxito para ascender de rango B a Rango A era absoluto.
"Lo sé." Respondió Leslie con una media sonrisa decaída.
Sus palabras tal vez no fueron perfectas para animarla, pero solo le estaba informando que se estaba adelantando.
Como un mago que tenía que estudiar, entendía perfectamente que primero había pasos previos para volverse fuerte.
Si bien en este mundo se ascendía de rango a través del entendimiento, experiencia e incluso emociones fuertes… El entrenamiento y el estudio para un mago era vital.
Era inútil ser un mago con una gran fuente de energía mágica si no sabía lanzar hechizos de alto nivel.
El silencio volvió a descender sobre el grupo.
"Escuche noticias sobre la grieta. Dicen que la frecuencia que las criaturas están saliendo ha mermado. Es posible que pronto se empiece la operación para cerrarla." Dijo Nicole y en voz baja, murmuró. "Me dijeron, que la baja frecuencia se debe a movimiento de los dioses."
Las primeras noticias todos lo habían escuchado.
La grieta y el portal abismal soltaban criaturas de vez en cuando, siendo la grieta lo que provocaba mayores problemas.
Esas criaturas y monstruos aparecían en la zona y luego se movilizaban por los alrededores de la Ciudad Constanza, llegando a la línea de defensa en donde eran derribados por las fuerzas aliadas.
Sin embargo, las segundas palabras eran de por sí bastante sorprendentes de escuchar.
Ningún noticiero había informado o dado esas noticias y que Nicole lo supiera apuntaba al Emperador Víctor.
La grieta debía cerrarse y para eso los humanos realizarían un ritual… No, quizás para entidades supremas como los Dioses Primordiales no se necesitará tales cosas, pero ninguno de esos dioses se movería así sin más.
El Dios del Tiempo y el Espacio era conocido por mantenerse en silencio durante miles de años en Terra nova sin mover un dedo y, por otra parte, la Diosa del Orden no era alguien que se moviera por completo, manteniendo un 'equilibrio'.
Eso era lo que Érica había leído en algunos informes teológicos de magos reconocidos.
Se esperaba que ambos dioses solo se movieran cuando le realizaran un ritual como era normalmente, lo que asentaría la idea de que ellos ya no eran niños bajo su cuidado.
Por supuesto, esas opiniones eran de aquellos Archimagos que no eran creyentes en tales existencias.
Érica había estado inclinada a esas opiniones, así que ahora se sorprendió al escuchar esas palabras.
"¿Serán los Dioses de la Tierra?" Dudó Leslie con curiosidad.
Ellos eran las únicas deidades que se moverían para proteger la tierra y eso era porque su antiguo deber era mantener la 'barrera dimensional' y repararla en los diferentes casos.
"Víctor supone que una iglesia rezó a su dios para acelerar el proceso para tomar el portal abismal y cerrar la grieta." Respondió Nicole y con un tono bajo, murmuró. "Yo creo que es la Iglesia del Tiempo y el Espacio, después de todo su Dios informó sobre el tema."
Esas palabras hicieron que volvieran a quedar en silencio.
Estaban muy preocupadas, no había duda.
La grieta a nivel mundial causó un gran revuelo que impactó a muchos individuos y generó bastante pánico, mayor que los portales abismales.
Los portales abismales eran desconocidos y no sabían nada de ellos, pero, por otra parte, la información de la grieta y la barrera dimensional era normal.
Terra nova hizo que toda esa información, que las personas comunes de ese otro mundo desconocerían, aquí fuera algo normal.
En su tiempo, cuando todo se creía que era un juego, había foros que hablaban del 'lore' del 'juego' y muchos fanáticos le encantaba conseguir información del tema al 'jugar'… Hablaban con algún Archimago, se relacionaban con algún sabio o simplemente cumplían tareas para algunos demonios, todo con el fin de conseguir conocimiento.
Por diferentes métodos, los jugadores lograron conseguir mucha información que en ese momento parecía demasiado increíble como para creer que era verdad.
La 'barrera dimensional', las grietas y el 'vacío' del exterior en el que se encontraba el Caos fue uno de esos conocimientos que se revelaron con cierta facilidad por internet.
Como era imposible verificarlo en este mundo en ese tiempo a causa del nivel tecnológico y que nadie podía usar magia, no pudieron comprobarlo hasta luego del Gran Cataclismo en donde la energía mágica empezó a aparecer.
Fue gracias a esos foros, que ahora fueron eliminados y borrados, que la información de tal nivel era libre para el mundo.
Así que todos conocían el peligro que podía llegar si las cosas no se controlaban.
Aun así, el grupo seguía sorprendido de que el Dios del Tiempo y el Espacio informara sobre los 'desaparecidos'.
Esa deidad que se había quedado en silencio durante los portales abismales y durante la primera expedición, ahora había hablado… Daba mucho de que pensar y gran parte de ello generaba preguntas complejas.
¿Tal vez del otro lado algo sucedía?
Pensar en las razones de un Dios era algo que a Érica no le gustaba… Después de todo, sentía que las respuestas no eran para nada agradable.
Se quedó callado al principio y ahora intervino… Sí, no le gustaba, pero de la deidad de la que hablaban era la misma que había creado un juego que resultó ser real.
Era difícil de comprender sus objetivos.
"Tal vez se trate de la Cardenal Brousseau… Ella parece estar preocupada por Aurora y Alice." Comentó Leslie y con una media sonrisa, agregó. "O quizás sean los padres de ambas."
La Cardenal Brousseau era importante en la Ciudad Zerzura, pero ninguna de ellas sabía a qué nivel se encontraba en la Iglesia del Tiempo y el Espacio.
Por otra parte, Aurora o Alice no hablaban de sus padres y cuando investigaron hace tiempo, la información que encontraron era escasa y muy normal… Hasta el punto de que parecían meros desconocidos.
Todo era promedio e insignificante, pero ambas habían dejado en claro que ocultaban su información personal y familiar, siendo esta última realizada por la iglesia.
"Tal vez." Respondió Érica sin darle demasiadas vueltas innecesarias y dando un suspiro, preguntó. "¿Ustedes no han tenido noticias de Clémentine?"
Hablaban por lo general con Andrés y él estaba demasiado presionado con su trabajo hasta el punto de que solo podía comer y descansar.
Con dos trabajos parciales estaba claro que estaba en el límite y si bien hablaba de vez en cuando, se notaba muy ocupado con sus cosas.
Lo que hizo que tuviera menos tiempo para preocuparse y especialmente a diferencias de ellas que se alarmaron y agitaron al escuchar que sus antiguas 'jefas' desaparecieron, él fue más calmado, entendiendo que no podía hacer mucho.
Clémentine, por otra parte, desde que se despidió para entrar a su entrenamiento, se desconectó completamente del mundo.
"No, no he escuchado nada. Es muy posible que no pueda leer los mensajes y tampoco esté enterada de las noticias." Supuso Nicole y dando un largo suspiro, murmuró. "Es mejor así, para que no se preocupe."
Leslie asintió y Érica no pudo evitar estar de acuerdo.
Sabía que todos se habían preocupado demasiado cuando se enteraron de la desaparición y a pesar de que en este momento sabían que ellas estaban a salvo gracias las palabras de la Cardenal Najjar, su preocupación no había desaparecido.
Que no estuviera enterada al final podría ser algo bueno, ya que podía concentrarse en sus deberes y su entrenamiento… Por supuesto, el grupo le había enviado mensajes informándole con calma de la situación, así no se preocupaba.
Sin embargo, eso dependía de si podía usar su reloj holográfico y conectarse a las redes.
"Espero que estén bien…" Murmuró Leslie con un largo suspiro.
Quizás hablar sobre el tema hizo que su preocupación se desviara a sus antiguas jefes y actuales amigas desaparecidas.
Era cierto que las palabras de la Cardenal Najjar, las relajaron, pero no pudieron negar que estaban preocupadas.
Lamentablemente, su preocupación era inútil, ya que no podían hacer nada para cambiar algo o ayudar.
"Hay que confiar en Cithrel quien dijo que se encargaría de todo, en cuanto a nosotros… Solo hay que seguir entrenando lo más posible." Dijo Érica dando un largo y agotador suspiro.
Entrenar era su única forma de evitar que en el futuro volviera a suceder esto y era la única forma de evitar estar preocupados.
Era mejor dejar que Cithrel quien estaba atenta al tema, se encargara de todo.
******
Cithrel jugó con una carta en su mano mientras bebía una copa cuyo líquido era de color rojo sangre.
Estaba mirando las noticias en donde el Emperador Víctor daba su discurso hablando sobre la Reina del Norte.
La líder de la mafia, la arquera de rango SS, la Reina del Norte, Eva Santos, se había unido a las fuerzas aliadas.
"Unirse a las fuerzas aliadas para proteger a la tierra del Caos es mejor que estar encerrada en una cárcel pudriéndose por sus crímenes. Ahora está bajo mi mando y ella personalmente ha aceptado pagar por sus crímenes y yo personalmente me encargaré de que cumpla sus palabras." Anunció el Emperador Víctor con una voz que hizo que todos temblaran.
Su discurso fue a nivel personal y metódico.
Luchar contra el Caos que podía corromper la vida, naturaleza y el mismo planeta era algo que todos debían hacer.
Y nadie podía negar que tener un Rango SS luchando contra monstruos era mejor que estar en prisión.
Sin embargo, también dejo en claro varios puntos.
Estaba bajo su mando, así que significaba que otro rango SS le estaba sirviendo y que ella aceptara pagar por sus crímenes marcaba que era una decisión personal a la cual no fue obligada a aceptar.
Que él se encargara a que ella cumpla su palabra, estaba señalando de que nadie podía meterse con este 'castigo' que él mismo estaba dando.
"'Ella voluntariamente se ha puesto a mi mando y como ya está a mi lado solo yo puedo castigarla'" Murmuró Cithrel bebiendo un trago de su copa, dejando ver las verdaderas palabras de ese discurso.
El líquido rojo manchó sus labios y el aroma hizo que sus ojos brillaran con fuerza.
El Emperador Víctor era unos de los individuos más problemáticos que se había encontrado, llegando a tener bastantes facetas distintas… Y ahora solo estaba tomando aquella que le dio su título Tirano.
No empleó el nombre del Imperio Sudamericano, sino que lo hizo ver como si fuera todo arreglado por sí mismo y a sus propios deseos.
Dando la imagen de un Tirano que hacia lo que deseaba.
"¿Es de su gusto, Su Alteza?" Preguntó el Duque Kristoph sirviéndole otra copa de ese delicioso líquido rojo.
Cithrel apagó su televisor y mirando la sangre en su copa, volvió a leer la carta en sus manos para jugar con ella.
Los desaparecidos están vivos del otro lado… Eso era lo que dijo la Cardenal Najjar, un rango SS en la Iglesia del Tiempo y el Espacio que podía hacer no solo uso del 'espacio' sino que también del 'tiempo'.
Estaba claro que ella era una gran mujer muy devota a las que su 'Dios' le prestaba su 'poder' con mayor libertad.
Aun así… Cithrel no se sintió relajada.
Había escuchado de Liam que la Cardenal Brousseau se había acercado a la iglesia para encontrar la respuesta, pero aun así tenía problemas para sentirse relajada.
A diferencia de los terrícolas, que tuvieron la intervención del Dios del Tiempo y el Espacio y fueron ayudados en gran medida, en Terra nova fue diferente.
Si bien dio aviso cuando los terrícolas estaban por llegar a Terra nova, luego de eso se quedó en silencio sin actuar.
Imperios cayeron y millones de personas murieron… Los hombres lobos en su reino sufrieron un ataque del Imperio Vampírico a manos de quien los terrícolas llamaban el 'enemigo de la humanidad'.
Fue un genocidio que sorprendió a este mundo, pero lo que verdaderamente fue sorprendente fue que Dioses terminaron muriendo.
Entidades que eran adoradas en enormes imperios, que tenían un gran poder, terminaron siendo asesinados y remplazados.
El antiguo Dios Demonio fue remplazado por el nuevo, el Dios de los Hombres Lobos fue asesinado e incluso el Dios Vampiro Caín fue derribado.
Cithrel no se lamentaba de esos hechos, al principio ellos también se movieron y eso se debía a que tal individuo altamente temido y odiado en este mundo, fue el maestro de su tía… La antigua Emperatriz Rodwen Falion quien puso al actual Imperio Falion en la cima con la ayuda de su maestro.
El mismo Imperio Falion había iniciado una guerra con otro imperio que terminó en la muerte de la 'Diosa de la Guerra' quien era la religión principal de ese lugar… Tal vez las personas comunes no entendían la complejidad del asunto, pero Cithrel lo entendía perfectamente.
Gracias a esos sucesos, ahora ellos eran considerados el imperio más poderoso de Terra nova y en ese momento muchos intereses de entidades poderosas estaban en juego.
Sin embargo, incluso con ese caos y descontrol, el Dios del Tiempo y el Espacio estaba en completo y total silencio.
Murieron millones en las grandes guerras en la que calamidades y enormes ejércitos junto a millones de jugadores lucharon, pero tal entidad estaba en silencio… No, según lo que había escuchado al llegar a este mundo, esa entidad estaba en este mundo.
No lo podía comprender, pero lo que sabía era que con su indiferencia y su actitud a lo largo de la historia de Terra nova, no había que depender de tal dios.
¿Cómo podrían depender de una entidad que posiblemente podía ver el futuro con todas sus posibilidades e igualmente se quedaba quieto?
No, sería mejor decir… ¿Cómo podía confiar en una deidad que seguramente había visto el fin de millones de mundos e infinitas vidas desde el inicio de los tiempos?
Tal entidad era ese 'Dios'.
Uno que no podían depender totalmente.
'Los desaparecidos están vivos del otro lado'… Para esa entidad puede ser solo dos individuos que a Cithrel no le importaban o ni los conocía.
Ella no dependería de tal entidad y más cuando estaba en juego la vida de su amiga y su allegada.
Jugando con la carta en su mano, Cithrel volvió a beber de su copa.
"¿Crees que tú si entras al portal en su estado actual sobrevivirías?" Preguntó Cithrel mirando al Duque Kristoph.
Ese Duque Vampiro que había vivido por mil años se arrodilló en el suelo con solemnidad.
"Si, Su Alteza…" Respondió el Duque Kristoph.
Su tono dejaba ver lealtad sin miedo o temor… Un Rango SS, cuya fuerza cuando se transformaba en su forma vampírica alcanzaba el Rango SSS, estaba arrodillado sin dudar delante de ella.
Sin temor o miedo, solo había lealtad absoluta.
"Durante mis mil años de vida tuve un momento en mi juventud que he ido a planos demoniacos y entre ellos algunos corrompidos por el Caos… Tengo experiencia." Respondió el Duque Kristoph con un tono serio.
Cithrel lo miró detenidamente y luego preguntó. "¿Me la traerías con vida?"
"…"
Silencio.
No había respondido y eso no era por su falta de confianza sobre si Aurora y Alice estaban vivas del otro lado, sino que no tenía las capacidades para lograrlo.
"Aunque no puedo garantizarlo… Arriesgaré mi vida para intentarlo." Anunció el Duque Kristoph con un tono grave.
No eran palabras falsas.
Hasta era probable que en su mente no estuviera pensando en traicionarla o estuviera insultándola mentalmente por darle tal misión que ante los ojos de otros parecería suicida.
Había estado aquí durante un tiempo en donde muchas ideas de libertad rondaban, pero la razón por la cual alguien como el Duque Kristoph fue dejado en este lugar, fue por su moderación y su lealtad extrema.
El Imperio Falion era una monarquía absoluta… Cithrel lo sabía mejor que nadie, su control era total y completamente absoluto.
Ella volvió a jugar con su carta.
La Cardenal Brousseau le había informado por medio de Liam que Aurora y Alice estaban entre esos miembros vivos.
Había mencionado al Sumo Pontífice que tal vez recibió una respuesta más clara, todo para tratar de que se relajara.
Aun así…
"¿Crees que si el Imperio Falion verdaderamente se mueve lograremos traerla?" Preguntó Cithrel con seriedad.
Su expresión hizo que el Duque Kristoph tomara una seriedad única.
"Los refuerzos llegarán después de lo que las fuerzas aliadas se muevan y controlen el portal e incluso en tal situación, independientemente de si nuestras calamidades pueden venir, no será favorable a nivel político y es posible que otros no nos dejen intervenir en su totalidad." Detalló el Duque Kristoph y dando una mirada, murmuró. "Al menos por medios diplomáticos."
En este mundo los terrícolas solo tenían algunas calamidades oficiales y si bien Cithrel suponía que había otros individuos ocultos con gran fuerza… Era posible que no la dejaran intervenir como se debía.
Después de todo, la diferencia entre niveles de fuerza en ambos mundos era abismal y Terra nova era un mundo donde los dioses eran comunes, tenía la ventaja y serian visto como peligrosos.
Esas palabras no le gustaron a Cithrel y ella volvió a jugar con la carta.
"¿Puedo saber de qué se trata, Su Alteza?" Preguntó el Duque Kristoph mirando la carta.
Parte curiosidad y parte seriedad… Esa seriedad vino de la razón por la cual ella hizo tantas preguntas hoy.
"Mi rival en el amor." Bromeó Cithrel con una risa entretenida.
Por dentro estaba pensando que Aurora seguramente se podría roja debido a su respuesta.
Después de todo, el individuo que se acababa de presentar como Kairos Cosmos en la carta y estaba ofreciendo una mano para aliarse y asegurar el portal, en cierta forma era un pretendiente de Aurora.
Lo había visto en la Empresa Cosmos y la otra vez que lo había visto era en la fiesta final del torneo internacional en donde él le había preguntado por ella.
No lo conocía lo suficiente, pero estaba claro que ese joven era un pretendiente de su amiga.
La expresión del Duque Kristoph permaneció solemne, pero Cithrel pudo notar curiosidad, lo que hizo que su sonrisa creciera.
¿Era su rival en el amor?
Ahora mismo Cithrel estaba pensando en que lo sería, si eso llevaba a que Aurora se avergonzara.
Quemando la carta con una sonrisa en su rostro, ella se levantó.
"Prepárate con las fuerzas aliadas. No quiero ninguna actitud sumisa. Somos el Imperio Falion y ahora queremos asegurar el portal y rescatar a las personas importantes para nosotros." Anunció Cithrel con solemnidad y dando una mirada al Duque Kristoph, agregó. "Nadie nos detendrá."
Para avergonzar a su amiga la necesitaba presente y si para ello necesitaba usar el poder del imperio, lo haría.
Era por eso que no le importaba aliarse con un desconocido para asegurar su objetivo.
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