Los gritos surgieron de todas partes y una voz se alzó sobre las otras.
"¡Mantenga la línea! ¡Disparen!"
Ta-ta-ta.
El grito de un capitán fue escuchado por la gente que lo rodeaba y los vehículos ligeros dispararon mientras retrocedían.
Los paladines en la retaguardia estaban con sus escudos protegiendo a sus compañeros, pero la expresión del capitán era difícil.
A su espalda, en dirección en donde estaba la antigua plaza y el portal, estaba todo destruido.
Tentáculos negros como una raíz se alzaban entre los edificios y la corrupción era tan alta que los monstruos grotescos nacían.
Lo peor, eran los cadáveres de aliados y enemigos, eran corrompidos y se volvían a levantar.
No eran zombis, el 'Caos' corrompió los cuerpos dando nacimiento a monstruos grotescos que únicamente buscaban eliminar a todo ser vivo.
'Caos'… Era divinidad, era una energía primordial que podía cambiar todo por completo y eso estaba saliendo del desgarro en la barrera dimensional.
Lo que había aparecido en donde estaba el portal abismal era un desgarro.
Usando al portal abismal como medio, el desgarro se extendía a lo alto del cielo liberando monstruos que llegaban del otro lado y como si fuera poco, también dejaba que el 'Caos' se adentrara desde el otro lado.
"¡No miren! ¡Solo luchen y evacuen!" Ordeno el capitán con un tono serio.
Era un Rango S, pero el solo mirar ese vacío oscuro de dónde provenía el Caos hizo que pensamientos grotescos aparecieran en su mente y su cuerpo se sintiera asqueroso.
'No mires a dios'.
Esa frase apareció a su mente y el Caos que era lo más cercano a un dios, estaba aquí.
Ta-ta-ta.
El capitán escuchó los disparos y atravesó otro monstruo con su arma, pero otro atacó y luego otro.
"¡Capitán! ¡Tenemos problemas!"
Cuando llegaron a un cruce, un soldado dio su informe señalando la otra calle en donde un grupo de goblins estaba corriendo hacia su dirección.
A su espalda se encontraban decenas de monstruos grotescos que solo podían ser descritos como abominables criaturas de cuatro patas.
Entre esos monstruos estaban algunos cuerpos de aventureros que habían sido corrompidos por el Caos y estaba moviéndose mientras abrían la boca antinaturalmente.
El capitán maldijo su mala suerte y en un instante tomo la decisión.
"¡Disparen a los monstruos!" Ordenó en voz alta.
Entre detener a los goblins o a los monstruos, eligió la opción más natural.
Ta-ta-ta.
*BOOM*
La metralleta sonó y los magos del equipo lanzaron varios hechizos de fuego, mientras que el capitán balanceó su espada lanzando un corte que fue hacia los monstruos.
El ataque conjunto retraso a los monstruos y les dio una oportunidad a los goblins para escapar.
El capitán tenso al ver a los goblins acercarse elevó su guardia y observó al chamán con rostro cubierto que dirigía al grupo de goblins.
"¡No ataquen a los humanos!" Ordenó el chamán a su grupo.
El capitán respiró aliviado al escuchar esas palabras.
Ahora mismo agradeció haber ido a la iglesia para que le permitieran comunicarse y por sobre todo agradeció la reacción de ese chamán.
Ellos podían elegir enemigos, pero el Caos afectaba a todos por igual… Si bien algunas entidades podían controlar esa energía, ningún mortal podía dominarlo por completo.
El capitán volvió a ordenar la retirada y todos se movieron.
Sin poder avanzar demasiado, una rata decenas de bocas por su cuerpo apareció en la calle persiguiendo a una enorme araña con un jinete humano.
Las heridas del domador eran visibles desde lejos.
El capitán, a pesar de que había demasiados monstruos persiguiendo a ese grupo, se adelantó al encuentro y para su lamento, fue tarde.
*BOOM*
Una grotesca abominación con la cabeza de un diablillo que parecía seguir vivo rompió un edificio destrozando todo a pedazos.
Cinco metros de alto, un cuerpo grotesco conformado por cadáveres, escombros y carne corrompida por el Caos.
El diablillo había sido corrompido por el Caos, pero quedo cierto nivel de inteligencia para moverse, viendo a todos los seres vivos como su enemigo.
Esa grotesca abominación, con una fuerza de Rango S, atravesó el estómago del domador.
El capitán apretó su espada dudando si atacar y antes de darle tiempo elevó la mirada al cielo.
Flotando en el cielo estaba una mujer que con una mano estaba conteniendo el desgarro del portal abismal y con la otra mano apuntó al domador.
"…"
Entonces, en silencio, el tiempo empezó a retroceder, curando la herida del aventurero y devolviéndole 'vida' a sus ojos.
La palidez de la Cardenal Najjar, quien usaba los poderes de su dios, se volvió mayor y el capitán actuó al instante.
Balanceando su espada, cortó la abominación y logró que se retirara lo suficiente para que la gran araña reaccionara, llevándose a los heridos y a su domador todavía aturdido.
El Portal Abismal volvió a temblar, lo que hizo que la Cardenal Najjar volviera a mirar hacia adelante, conteniendo lo máximo posible al Caos que se filtraba por la grieta.
En otra parte estaba el Cardenal Auguste y el Duque Kristoph haciendo lo mismo, pero un desgarro a la barrera dimensional no era algo que ellos pudieran contener por completo.
Que perdieran el apoyo de un rango SS, provocó que el domador estuviera en problemas, pero entonces los edificios y los escombros empezaron a levantarse formando un golem de batalla de tierra.
El capitán notó que el chamán había creado ese golem, y en vez de atacar a la araña, ese golem chocó de directamente en contra de la abominación, mostrando una fuerza de rango S.
"¡Retrocedan!" Ordenó el capitán con un tono elevado y entonces, mirando al chamán y su grupo, se dio cuenta de que ese goblin tenía los ojos cerrados.
Había conectado su conciencia con el golem que ahora estaba luchando cubriendo su retirada y con cada momento estaba poniéndose pálido ante la pérdida de la energía mágica.
Sin dudarlo, el capitán corrió hacia ese goblin de tamaño mediano y la cargó a su espalda, recibiendo la mirada asesina de los goblins que lo rodeaban
"¡Muévanse si no quieren morir!" Gritó el capitán esperando que la traducción sirviera.
Y lo hizo, ya que los goblins obedecieron.
El capitán siguió corriendo sintiendo que el chamán que cargaba estaba todavía manteniendo el golem de batalla.
Retirándose con todo el grupo, notó que en otras calles había otros equipos también huyendo y cuando miró hacia atrás notó líneas extendiéndose en el cielo.
El desgarro parecía crecer y los monstruos aumentaban en número
Si bien el Caos en su forma pura podía dar fuerza a todos aquellos que afectaba, distorsionaba y corrompía totalmente.
Ahora era lo mismo… Ninguna entidad controlaba el Caos del vacío exterior y en este momento se filtró entre el desgarro.
El capitán puso una mirada seria al ver al golem sufrir por otra abominación y en lo alto notó como el Duque Kristoph le ordenaba a la Cardenal Najjar y el Cardenal Auguste señalando el portal abismal.
"¡Los refuerzos ya están por venir! Todos retírense lo más rápido posible, ¡la Ciudad Constanza caerá!"
La voz del Duque Kristoph retumbó por los alrededores.
Los refuerzos podían llegar en cualquier momento por los portales cosmos que estaban cerca, pero las últimas palabras hicieron que todos se movieran con mayor rapidez.
"¡Huyan! ¡Todos corran con todas sus fuerzas!" Gritó el capitán y mirando al chamán que estaba cargando, ordenó. "¡Haz que todos escapen o todos terminaran muertos!"
El capitán bajo al chamán al suelo mirándolo directamente.
Notó algunas facciones femeninas notando y se dio cuenta de que era un goblin femenino y por la mirada que le dio fue más tranquila que su contraparte masculina.
Ella asintió en comprensión y rompió un cristal.
Estaba enviando un mensaje usando ese medio y…
"¡Retirada! ¡Lejos de este lugar!"
Tal vez los soldados comunes escucharan sonidos guturales, pero el capitán escuchó la voz claramente extenderse por el área y venía del líder que estaba cerca de la Cardenal Najjar.
No, no estaba cerca, la estaba protegiendo de todas las abominaciones y criaturas que salían del portal abismal o eran lanzadas del vacío.
¿La Cardenal informó que ya había salvado a su gente?
Eso no importó para el capitán cuando vio que en el cielo el Duque Kristoph se transformaba.
Reconocido vampiro del Linaje de Caín, un antiguo Dios Vampiro que terminó muriendo durante los tiempos Terra nova.
Esos vampiros eran el único linaje activo en ese mundo mágico, ya que ellos devoraron a todos aquellos que no eran miembros de su linaje.
Lunáticos, lujuriosos, bestias o monstruos… Llamados de distintas formas, al final solo una cosa importaba eran fuertes, extremadamente fuertes.
El cuerpo del Duque Kristoph cambió de forma y su cuerpo empezó a crecer, la piel obtuvo un color gríseo y las orejas crecieron, mientras que la boca aumentaba de tamaño, revelando puros colmillos en el interior.
Un par de alas de murciélago salió de la espalda del duque y su cuerpo alcanzó la altura de dos metros, volviéndose musculoso y fuerte
La túnica no se rompió, simplemente cambio de tamaño ajustándose a la nueva forma del cuerpo.
El Duque Kristoph sonrió revelando decenas de colmillos blancos.
La mirada y la presencia de ese vampiro no solo era poderosa, sino que temible.
De un Rango SS, con una simple transformación había alcanzado el Rango SSS… Era una calamidad en toda presencia.
Era aquel que lideró las fuerzas terranovense durante la guerra europea-demoniaca y estuvo al mando de varios rangos SSS… Él era el Duque del Imperio Falion, un vampiro del Linaje de Caín.
Era una calamidad.
El duque abrió su mano y la energía mágica que causó miedo a aquellos que la sentían surgió, entonces apuntó su mano a los monstruos.
"[Puerta al Abismo]"
La voz del duque fue escuchada por todos a pesar de ser un murmullo y el miedo surgió instintivamente en todos aquellos que lo escuchaban y miraban cuando él lanzó su mejor hechizo prohibido.
A espalda del vampiro apareció una extraña puerta y al abrirse miles de murciélagos que se convirtieron en decenas de miles surgieron y volaron por todas partes, arrasando todo lo que tocaban.
Formaron una nube negra… Una peste que avanzó con fuerte devastando todo a su paso.
Los edificios cayeron cuando los escombros fueron consumidos, la tierra desapareció, y los monstruos terminaron cayendo cuando los pequeños murciélagos consumieron la carne.
Antes de que alguien se diera cuenta media ciudad fue barrida por el hechizo prohibido de un Duque Vampiro que había vivido más de mil años.
Aun así, la grieta tembló de vuelta.
Desde el portal abismal, más criaturas extrañas que venían del otro lado empezaron a llegar una tras otra, mientras que desde la grieta formada por el desgarro el Caos se filtraba potenciado a los monstruos.
En ese desgarro, la energía mágica y el Caos dieron vida a decenas de monstruos y criaturas, como si formaran un ejército para invadir estas tierras.
"¡Los refuerzos han llegado!" Un soldado dio aviso y entonces torbellinos aparecieron por esa zona de muerte junto a relámpagos.
Cuando el capitán miró a ese individuo se dio cuenta de que el antiguo héroe y uno de los fundadores del gremio de héroes, actual director de la Academia de Héroes, Aarón Vincent, había llegado junto a su aprendiz.
Por su expresión, era muy seguro que la batalla se alargaría por mucho tiempo… Una batalla en contra del Caos.
******
"¡Esquiven y síganse moviendo! ¡Vamos!"
Leslie escuchó la voz del capitán y corrió mientras esferas de agua empezaban a ser disparadas hacia ellos.
A ambos lados del camino que ella debía atravesar se encontraban drones con artefactos que lanzaban esferas de magia de agua para golpearla.
También golpeaban a los soldados que pasaban probando sus reflejos y rápida reacción.
Leslie tuvo que correr con todas sus fuerzas, saltando y agachándose para rodar, luego seguir esquivando.
En medio de su camino, un muro de piedra se levantó y ella tuvo que apretar los dientes mientras lo escalaba pasando ese obstáculo.
Cuando alcanzó a la cima, simplemente se lanzó al otro lado esquivando una esfera de agua y cuando cayó al suelo se arrastró mientras miraba esferas de agua volar por sobre su cabeza.
Los soldados la siguieron a su espalda arrastrándose por el fango, mientras que algunas esferas de agua se golpeaban entre ellas salpicándolos a ellos.
"¡Excelente soldado, Leslie!" Dijo el capitán al llegar al otro lado.
"¡Gracias, Capitán!" Respondió Leslie entrando en una formación firme mirando a los otros soldados.
Algunos eran golpeados antes de cruzar el muro por las esferas de agua, lo que hizo que fuera difícil escalar el muro debido a que estaban mojados y otros no se agacharon justo tiempo al cruzar el muro y fueron duramente golpeados hasta caer al fango.
Luego, antes de ese lugar, estaban toda clase de obstáculos en una larga calle en donde tenía que atravesar.
Ella ya había pasado este desafío esquivando bolas de aire y de piedra, las primeras eran silenciosas y las segundas eran dolorosas.
El agua era rápido y visible, pero hizo que fuera difícil correr si era golpeada y complicaba pasar todos los obstáculos.
Una prueba de resistencia, en donde verificaban los reflejos y la velocidad de reacción, a la vez que templaban el sentido del dolor.
Leslie esperando el pequeño pelotón notó como otro soldado le informaba algo al capitán y este último abría el reloj holográfico, tan solo para que su expresión se volviera seria.
Cuando el pelotón terminó de pasar la prueba y estaba a la espera totalmente firme, el capitán se acercó.
"Al parecer un desgarro en la barrera dimensional sucedió en el portal abismal." Informó el Capitán logrando que todos se quedaran aturdidos.
Leslie fue la que más aturdida se encontraba al escuchar esas palabras.
Sabía que la misión estaba por suceder debido a que Aurora le había informado algo, pero… Un desgarro, era algo que nunca había imaginado.
"Las fuerzas aliadas realizaron un ataque para controlar el portal abismal y por razones desconocidas fracasó y el desgarro sucedió. Ahora mismo, los monstruos siguen llegando desde el portal y desde el vacío, mientras que gran parte de la Ciudad Constanza fue arrasada, las perdidas hasta ahora…"
Leslie dejó de escuchar hasta esa parte y sacando su reloj holográfico de su anillo espacial, miró la noticia.
Los noticieros publicaron videos de partes de la ciudad destruida y luego otros videos de los refuerzos luchando en contra de los monstruos.
Las fuerzas aliadas, por su parte, se habían reorganizado publicando las perdidas públicamente.
Leslie notó en su grupo los cientos de mensajes y sin leerlo sintió un mal presentimiento y su cuerpo se tensó.
Sus manos temblaron al leer algunas palabras que la hicieron palidecer y como si deseara verificarlo por su cuenta, entró en la lista de muertos y desaparecidos.
Cuando leyó la primera su expresión se hizo más pálida y entonces, cuando llegó a la segunda, empezó a leer en voz alta.
"Urfin, Meden, Siba, Alros, Dan, Amanda, Adala, Marius, Theodore, Aurora y Alice Campbell…" Murmuró Leslie los nombres quedando en blanco.
Sus pies empezaron a avanzar hacia la salida, ignorando la voz de su capitán, pero en medio de su camino descendió un hombre.
Un hombre en sus treinta años vestido con una túnica de mago que la miraba con una expresión seria y solemne.
Leslie lo había conocido antes y esa era la persona que mayor atención le ponía ordenado a los miembros del ejército que le dieran más trabajo, presionándola con fuerza con todo tipo de entrenamiento.
Luukas Waris, un mago de tierra de Rango S.
A pesar de que no se había mostrado, era seguro que ese hombre era el encargado de su 'recompensa al azar'.
"Vuelve al entrenamiento." Ordenó Luukas y al ver que no deseaba retroceder, declaró. "No eres nada en este momento. ¿Crees que con tu experiencia cambiaras algo? ¿Crees que si sales cambiaras algo?"
Leslie se quedó en silencio.
Las palabras eran crueles, pero eran realistas… Ese hombre seguramente había revisado su historial y había conocido sus relaciones personales.
Era imposible responder esas preguntas… No, sabía la respuesta y era lo que hizo que Leslie apretara los dientes.
Ellas habían desaparecido, eso era lo que informó las autoridades, pero Cithrel informó con claridad que su desaparición estaba relacionada con el portal abismal.
¿Podía hacer algo? No, no podía.
Ahora que se ponía a pensar, era seguro que, si ella salía de aquí y se fuera, no podría hacer nada.
Su padre no la dejaría participar en esas batallas e incluso si se acercaba para meterse entre las fuerzas aliadas, sería puesta en un lugar lejano de la batalla por su inexperiencia y falta de fuerza.
"Vuelve a tu entrenamiento y sigue entrenando. Ahora, con tu capacidad solo puedes seguir entrenando." Ordenó Luukas y dio un paso al costado.
Dejando en evidencia que no la iba a detener y ahora dependía de su decisión.
Leslie se quedó en su lugar.
Sintiéndose tan impotente como cuando sus compañeros casi murieron en la misión asalto, con la única diferencia era que ahora el sentimiento era peor.
******
"Déjame ir!" Gritó Nicole con ira y al ver que un hombre se entrecruzaba de brazos, declaró. "¡Yo puedo ir con ellos! ¡Iré con Rupert y César!"
El Emperador Víctor escuchó esas palabras y miró a Nicole que se encontraba alterada al leer la noticia.
"Soy fuerte y he entrenado duro. ¡Yo también puedo ayudar!" Dijo Nicole con una mirada llena de voluntad.
Víctor se rio al escuchar esas palabras.
Su fuerte vigor en batalla se estaba demostrando, pero ahora se dejó ver un defecto… Ese vigor en un estado mental alterado se convirtió en imprudencia.
"¿Entrenar duro? ¿Por unas semanas? Por favor, estás igual como aquellos que hacen dieta por algunos días y esperan resultados." Dijo Víctor con una burla clara.
La expresión de Nicole se distorsionó.
"Igualmente iré. No puedes detenerme." Dijo la joven sin ocultar la expresión solemne.
Ahora mismo estaban en Suiza, en donde se encontraba la Academia Cernunnos, y las noticias ya habían llegado.
El Caos se estaba filtrando en la Ciudad Constanza y sobre todo Aurora y Alice habían desaparecido en el portal abismal.
Cuando la noticia llegó a la Academia Cernunnos, dos Rangos S se habían decidido enlistarse, siendo igual que el gremio 'Tormenta Helada' de Akira.
Era muy seguro que otros que la conocían también se movieran y era por eso que Nicole deseaba ir.
Víctor conocía todo eso, ya que se había informado muy bien sobre esas dos hermanas y la había investigado a la perfección.
Ahora Nicole deseaba ir, pero se estaba confundiendo en algo.
¿Podía detenerla?
"Si, si puedo." Respondió Víctor liberando su aura.
En un instante, Nicole cayó de rodillas al suelo y a pesar de que luchó por levantarse, no pudo conseguirlo.
Víctor observó a esa jovencita.
Nicole tenía coraje y una fuerte voluntad junto a la ferocidad de una luchadora y era por eso que le gustaba entrenarla personalmente.
Sin embargo, había un problema.
"No desperdicie todas estas horas entrenando contigo para que vayas y te suicides en una lucha estúpida." Dijo Víctor con una voz fría logrando que Nicole se volviera más pálida.
No le estaba lanzando un balde de agua fría, con su presión y su voz la estaba dejando en medio de la Antártida.
¿Cuántas horas le dedicaba a entrenar?
Eran bastante y entre todas sus tareas, entrenar estaba presente como un deber que no dejaba de lado.
"Su Majestad, por favor, no la trate de esa forma." Intervino Ersin apareciendo a su lado.
La atmósfera desapareció junto al aura y a Nicole se le permitió levantarse, pero no fue capaz debido a que sus piernas estaban temblando.
"Si lo que dicen aquellos que estuvieron presentes es cierto… Entonces Aurora y Alice fueron tragadas por el portal abismal." Dijo Víctor con un tono serio y mirando a esa jovencita, preguntó. "¿Si vas crees que puedes cambiar algo?"
"Si…" Respondió Nicole mirando hacia arriba.
Una respuesta rápida.
No era arrogancia, incluso alguien como ella podía hacer un cambio por más minúsculo e insignificante que fuera.
Sin embargo, Víctor se rio al entender la forma de pensar de la joven.
"Ersin invoca una criatura del Caos." Ordenó Víctor con un tono serio.
Su secretaria obedeció, lanzando un hechizo de invocación de alto nivel y logrando traer a un monstruo que parecía un orangután con cuatro brazos y una boca en su estómago.
Era de Rango A y se notaba enfurecido, pero cadenas de luz lo atraparon y no lo dejaron mover.
Era un monstruo corrompido por el Caos y liberaba una presencia ominosa mientras daba un sentimiento espeluznante.
"Si lo derrotas, enviaré un Rango SS para participar en tu lugar. Ellos harán la diferencia." Dijo Víctor con una sonrisa.
Los ojos de Nicole se llenaron de vitalidad y levantándose, avanzó con fuerza recibiendo el puñetazo de su nuevo enemigo.
Víctor la miró por un momento y dio una sonrisa.
La criatura tenía cuatro brazos, así que iba a tener un momento difícil.
Acercándose a la entrada, Ersin lo siguió.
"La trata muy bien, Su Majestad. ¿De verdad piensa enviar un Rango SS?" Preguntó Ersin con curiosidad.
"¿Celosa?" Preguntó Víctor con una sonrisa coqueta y al ver que la expresión de Ersin temblaba, comentó. "No te preocupes ante mis ojos, es una niña. Además, solo tengo ojos para una sola mujer."
Mirada seria y brillante, con una sonrisa coqueta, sus ojos no se apartaron de Ersin.
"Esperó que esa mujer pueda soportarlo, Su Majestad." Respondió Ersin y al ver que los labios de Víctor temblaban, agregó. "Gliss ha logrado detener a Érica Reynolds, que también trato de moverse."
Al escuchar esas palabras, Víctor agitó su cabeza.
"Es una linda amistad. Lo suficiente agradable como para enviarlas a la muerte." Murmuró Víctor con un tono serio y dando una mirada, explicó. "A tu pregunta anterior. Sí, enviaré a alguien… ¿Eva no ha estado muy aburrida? Sería genial que apareciera ahora. 'Para pagar sus crímenes, decidió ayudar a la humanidad en este momento tan desesperado'. Ese es un buen encabezado."
Un 'desgarro' era un asunto serio y era el peor resultado que las fuerzas aliadas trataban de evitar.
Si no era controlado de forma precisa, el desgarro podía crecer hasta convertirse en una grieta, entonces antes de que se dieran cuenta la humanidad se enfrentaría a otro cataclismo.
Claro, la humanidad tenía sus dioses y era posible que ellos se movieran para tratar de arreglar el desgarro en la barrera dimensional, pero si los dioses de la tierra se debilitaban significaba que la barrera también lo haría.
Eso llevaría a un aumento en la energía mágica, en el número de las mazmorras temporales y naturales, entre otros problemas que los estudiosos debían verificar por su cuenta.
Ahora la Ciudad Constanza fue barrida por el Duque Kristoph y junto a los otros rangos SS estaban evitando que el Caos se extendiera, pero lentamente empezarían a retroceder y antes que se dieran cuenta otra cruenta batalla podía suceder.
Sería una dura batalla… No, ya lo había sido y bastantes personas murieron incluyendo rangos S para retirarse de ese desgarro.
Que novatos traten de ir a ese sitio, era una broma para Víctor… Era como regalarle tropas al enemigo para que el Caos pudiera corromperlos.
En esta clase de ambiente apocalíptico, que apareciera la Reina del Norte que había dirigido la mafia, como alguien que deseaba 'cambiar' era un excelente movimiento.
"¿En cuanto a Aurora y Alice?" Preguntó Ersin con un tono serio.
Víctor se quedó en silencio y agitó su cabeza.
"La última vez que alguien entró al portal abismal se selló. Y ahora salen criaturas, pero no sabemos si vienen del otro lado o del 'vacío'… Al final es lo mismo, ellas están por su cuenta." Respondió Víctor con un tono serio.
Si su conocido escuchara estas palabras, era difícil decir que era lo que le habría hecho.
"Por supuesto, hay que moverse... Si ellas están del otro lado y existe una diferencia de tiempo entre la tierra y el otro lado, hay que actuar rápido." Dijo Víctor un tono serio.
Según lo que había leído en esas cartas que el grupo de expedición envió, era que ellos sintieron el tiempo diferente.
La verdad era que este asunto resultaba complicado, y no había mucho para hacer.
Había que prepararse para la posibilidad de que ellas estuvieran por su cuenta.