Capítulo 14: 13.En secreto
En la piscina intente relajarme, me estaban pasando muchas cosas en poco tiempo. Como podía decirle a mi corazón y a mi cabeza que pensar o a quien querer. Mi mente me recordaba lo que sentía por Daniel y su rechazo, también me recordaba que John se había ofrecido para ayudarme pero mi corazón seguía diciéndome que aun quería a Daniel. John al verme pensativa se puso a salpicarme y a reírse de cómo me había quedado el pelo, enfadada intente ahogarle pero sin éxito. A la hora salí del agua por que tenía frio, me senté en la tumbona con la toalla enrollada cubriéndome bien. John se había ido a la ducha y a cambiarse, estaba tumbada mirando el cielo pensando cuando oí una voz que decía detrás de mí:
-¡Si no te secas bien te vas a resfriar! Eso no sería nada bueno, sécate mejor.- Lo reconocí al instante, Daniel estaba mirándome cuando me levante casi de golpe. Riéndose me dijo:
-¡Lo siento! ¿Te he asustado?- Le dije que si por disimular, Daniel se sentó a mi lado y me dijo:
-¿Se te ha declarado ya?- asentí mientras miraba mis manos nerviosa- Yo también quiero hablar contigo, ¿querrás venir conmigo?- Me levanté y me puse los pantalones y camiseta, nos fuimos hacia el paseo sin decir nada. Nos fuimos a un parque que quedaba un poco lejos de donde vivía John, nos sentamos en un banco y Daniel dijo por fin:
-¿Qué le has dicho?- Le dije que habíamos hablado de que si no tenia novio dentro de un tiempo pensaría en él como alguien a quien mirar. Daniel me cogió la mano, sin decir nada me miraba con mucha intensidad y me dijo para confirmar lo que ya sabía:
-A ti te gusto yo ¿no?- Le dije que si, no entendía de que iba esto, estábamos en silencio. Nos quedamos un rato así solo mirando el cielo y como la gente pasaba paseando. Sin soltarme la mano me dijo muy serio:
-Emi, tú también me gustas pero no quería que las cosas fueran de prisa, quería conocerte poco a poco. Me gustaría que estuviéramos juntos, saliéramos, quedáramos y vernos más. Pero me siento observado sé que cada movimiento que hago hacia ti repercute en tus amigos que se ponen alerta. Sé que es por que te quieren pero me siento incómodo con todo esto y ya has visto que se fijan mucho en lo que sucede. ¿Te molestaría que saliéramos en secreto?- Un poco más tranquila le dije que no con la cabeza, se me hizo un nudo en la garganta cuando me abrazó mientras decía:
-¡Entonces lo vamos a intentar! Bueno ahora vámonos que ya es tarde, estarán buscándonos.-Cuando llegamos no se habían enterado de que nos habíamos ido, Peter propuso jugar al escondite con el balón. Consistía en que en vez de contar el que paga va a por un balón que es chutado por el más fuerte del grupo, al recogerlo tiene que volver de espaldas a un círculo dibujado y dejarlo ahí. Cuando encuentra a alguien tiene que volver y con el pie en el balón decir el nombre y la posición de la persona encontrada. Lo echamos a suertes y perdió Peter, Daniel chutó el balón y todos corrimos, yo me escondí en unos rosales que estaban pegados a la pared cerca de la casa de Daniel. Estaba oscuro así que como iba de negro me ocultaba mejor, a no ser que vinieran a posta no me verían. Solo había un pequeño espacio donde sentarse, unos momentos después note que alguien venia, contuve el aliento hasta que distinguí a Daniel. En voz baja me dijo acercándose sigiloso:
-Soy yo, ¿ya ha pillado a alguien?- Al decirle muy bajito que no, se sentó a mi lado. Estábamos muy juntos, tanto que escuchaba el latido de su corazón. Estaba acelerado como si hubiera corrido mucho para encontrarme, en un descuido le puse la mano en el pecho mientras le miraba. Daniel me miró y me acercó más a su cuerpo, en voz muy baja y cerca de mi oído me pregunto:
-¿Cómo te han besado antes? A parte de mi te ha besado ese otro, ¿Cómo lo hizo?- Le dije que solo había sido un roce o un poco más intensos pero que no eran de importancia. Nada más oírlo me besó, mi corazón, mi mente y mi mundo se paralizaron unos instantes. Fue un beso dulce, suave y duradero mientras me acariciaba la espalda, la cintura y la cara. Después me pregunto un poco acalorado:
-¿Te han besado "así" antes?- Puso mucho énfasis en la palabra "así", cuando le dije que no con la cabeza, Daniel sonrió y volvió a besarme con más ganas, haciendo que me faltara el aliento. Nos separamos al oír un grito que decía que había pillado a alguien, cuando solo faltábamos nosotros me dijo con malicia:
-¡Espera y veras como corren!- Se levanto con sigilo, salto a fuera y chutó la pelota, corriendo volvió sin darle tiempo a Peter de pillarle. Se volvió a sentar a mi lado y me abrazó. Peter pasó corriendo por detrás de un coche al tiempo que decía:
-¡Tío! ¡No es justo!- sin querer me reí contra la camiseta de Daniel, pero no nos pillaron. Jugamos hasta que se nos hizo tarde, Daniel siempre me buscaba, se escondía conmigo y me besaba aprovechando la oscuridad.
Antes de irnos, Daniel nos preguntó a Adam y a mí que si la mañana siguiente iríamos al pueblo a hacer las compras, asentimos y dijo:
- Esperadme que mañana también tengo que hacer recados.- Le dijimos que si y nos fuimos. De camino a casa no paraba de pensar en los besos de Daniel, sin querer la mano se me fue a la boca recordando lo suaves y dulces que habían sido al principio y lo feroces que eran al momento siguiente. Adam me observaba riéndose, pero no me dijo nada por que mi prima estaba presente. Esa noche de la emoción casi no pude dormir, mi corazón latía alocado cuando recordaba los besos de Daniel y sus caricias, estaba tan feliz. A la mañana siguiente esperamos a Daniel, cuando llego empezamos a pedalear, por el camino Adam aprovechó para decirnos divertido:
-¡Estáis saliendo! Se os nota mucho, Emily sonríe y tú Dan estás relajado y algo contento.- Daniel le miró sorprendido y dijo intentando disimular:
-¿Qué dices? Solo lo hemos arreglado, no es lo que te piensas.-Adam dijo:
-¿Entonces sois amigos con derecho a roce? ¡Venga, Dan! Os vi anoche, vi como os besabais en los rosales. ¿Me dirás que en eso también me equivoco?-Daniel dijo levantando las manos:
-¡Pillados!-después un poco amenazante dijo:-Como alguien me empiece con bromitas o tonterías, me enfadaré, así que boca cerrada.- Adam prometió no decir nada pero también nos dijo que se nos notaba mucho, pero que al vernos bien no dirían nada. Esa mañana se me estaba pasando muy rápido esperaba que no fuera a ser así siempre que Daniel estuviera cerca. Sería demasiado feo que no pudiera pasar más tiempo con él, no quería pensar en el final del verano.
En la playa jugamos al balón y yo cubría a Daniel, en un momento me subió a sus hombros, cuando me pasaron el balón. Conseguí pasarlo antes de que me cayera, estuvimos jugando un rato hasta que se cansaron y quisieron entrar donde me cubría. Como no tocaba el suelo me cogí a los hombros de Daniel, él me cogió las piernas como si me llevara a caballito. Estuvimos nadando hasta que me canse y les dije que me salía fuera. Adam se vino conmigo, nos tumbamos mirando el lado contrario al mar, boca abajo, apoyándonos con los codos.
Estábamos discutiendo si quedar o no esa tarde cuando a mi lado se sentó Gina. Hice como si nada, me daba igual aunque me molestaba un poco que se pusiera en la toalla de Daniel. Para mi asombro Adam le dijo:
-¿Y tú toalla? ¿No la has traído?-Gina dijo un "si, pero esta me gusta más". Pasamos de sus tonterías y seguimos pensando que hacer esa tarde. Estábamos secos y empezaba a hacer calor, le estaba hablando a Adam de ver unas películas cuando me noté por la espalda unas gotas de agua fría. Me giré bruscamente y vi a Daniel, detrás de mi todo mojado y salpicándome con agua de un cubo pequeño. Me estaba riendo cuando le grité:
-¡Ya puedes correr! ¡Que como te coja vas a ver!- Mientras corría detrás, Daniel fue directo al agua solo parándose unos segundos para darle el cubo a un niño. Iba a entrar pero sentí el agua muy fría, al ver que no me movía el vino a por mí. Diciéndome mientras sonreía travieso:
-¡Vas a entrar!- Yo le dije que no con la cabeza, pero el respondió cogiéndome en brazos:
-No era una pregunta.- Cuando el agua le llegaba a las rodillas me dijo:
-¿Te suelto?- Le grite que no abrazándome a él temiendo que me soltara pero siguió entrando, estaba de broma porque no me soltó, siguió hasta que el agua le llegaba a la cintura. Sin darme otra opción se dejó caer, cuando salimos riéndose me dijo con inocencia:
-No te he soltado, ¿verdad?- Enfadada me subí a su espalda para que me llevara a caballito. Daniel me llevo dentro donde me cubría por que no había nadie allí, todos habían salido y estaban en las toallas charlando o jugando con el balón. Cuando llegamos a la altura de sus hombros me dijo:
-Me encanta traerte aquí por que no me sueltas para nada, además me gusta como me miras cuando estamos solos.- Con vergüenza escondí mi cara en su nuca mientras le decía bajito:
-Dani pero si esto continua así no va a ser un secreto mucho tiempo. Tú dijiste que tenía que ser a escondidas pero esto lo complica, además según mi madre también opina que estoy muy contenta.-Él me dijo después de un breve silencio:
-Lo he estado pensando y me da igual, solo quiero estar así contigo, no me importa que nos descubran. Además ese diminutivo de mi nombre, eres la única que lo usa, me encanta ¿Qué pensarían si te beso?- En el momento que Daniel me cogió y me acerco a él mi padre me llamo para irnos a casa. Daniel riéndose dijo:
-¡Ah! Salvada por la campana, volveré a intentarlo esta tarde.- Me reí un buen rato mientras salíamos hacia la orilla donde mi madre nos miraba fijamente algo molesta.
De camino a casa mi madre me dijo:
-Emily tenemos que hablar, no me gusta como estas con ese chico. ¿Qué tenéis? ¿Estáis saliendo o qué? A tu padre no le gusta que estéis tan juntos delante de tus abuelos ya sabes que si fuéramos nosotros no sería nada pero tus abuelos....- Asombrada le dije que no volvería a pasar. Decidí que no le diría a Daniel nada del sermón pero que le comentaría que mis abuelos no eran modernos y que les molestaba que estuviéramos tan juntos en público.
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