Las damas se pelean ruidosamente con total desprecio por los modales y el civismo, creando una gran conmoción.
Lo único que les impidió pelear fue su determinación de mantener su imagen.
El joven en el centro de su atención se retorció el cabello. De repente se dio cuenta de lo femenino que era ese gesto y se detuvo con calma.
"Hola."
El joven, también conocido como Mo Ning, habló en voz baja. Sonaba un poco ronca pero aún así parecía un adolescente.
"¡Oh, tu voz es tan linda, joven!"
"Tienes un lugar en mi corazón, angelito..."
Mo Ning se sintió tan incómoda que no volvió a hablar.
Mantuvo una sonrisa apropiada en su rostro, como siempre podía hacerlo, y trató a todos los que la rodeaban de la misma manera.
Todos fueron tratados con la misma cortesía.
Todas las mujeres mayores quedaron impresionadas por Mo Ning.
En tan solo unos minutos, su reputación se elevó aún más.
"¡Tos, tos, tos!"