—¡Tú...! —La cara de la mujer se puso roja de furia. Wang Zhuyi no solo le había dicho que era una rata, sino que también la insultó frente a su novio. Ya no podía contener su rabia y decidió darle una cachetada por humillarla.
Pero antes de que su mano tocara la cara de Wang Zhuyi, alguien apareció rápidamente y la empujó hacia atrás para recibir la bofetada en su lugar.
Los ojos de Wang Zhuyi se abrieron de incredulidad cuando vio quién se había atrevido a protegerla del ataque.
—¡He-hermano Fei! —Se quedó sin aliento cuando vio la marca roja a un costado de su atractivo rostro.
¿Su príncipe había venido a salvarla?
Wang Zhuyi le tomó de la manga y revisó su cara.
—Hermano Fei, ¿qué haces aquí? No tienes que hacer esto por mí.
Las lágrimas que había contenido salieron con todo, manchando sus mejillas.