El rostro de Meng Jiao oscureció cuando notó que Jun Simin miraba con aprobación a Lu Xinyi. Sus ojos avistaron los cortes en la mesada de ella y se sorprendió de que fuera capaz de aprender semejante variedad de cortes en tan poco tiempo.
Hace cuatro meses, no habría sido capaz de hacer esto. Antes, en su tienda, Lu Xinyi solo se limitaba a hacer los pasteles y pastas diarios y nunca había servido un plato con calidad de restaurante. Ahora, mientras observaba a su ex mejor amiga, se preguntaba cuánto tiempo desperdició Lu Xinyi trabajando en una tiendita en lugar de seguir su propio sueño.
Al pensar eso, desvió la mirada. ¿Por qué pensaba así? No debería sentir lástima por la mujer que le quitó su oportunidad con Gong Yijun. Hasta este día, Lu Xinyi mantenía una buena distancia por delante de ella, probando que nunca sería lo suficientemente buena para sobrepasarla.