—Por favor, presenten el segundo plato —pidieron los jueces.
Enseguida se sirvió el segundo grupo de bandejas, pero, esta vez, el plato que se le reveló al público hizo que levantaran una ceja en dirección a Lu Xinyi. El pastel de carne marrón dorado con forma de medialuna que se les presentó era del tamaño de la palma de una mujer. Era un plato muy popular en su región. Algunos hasta lo consideraban comida callejera barata y un snack común.
—Un pastel de carne clásico, ¿eh?
—¿Esto qué tiene de especial?
—Hace años que no veo a un restaurante sirviendo pasteles de carne. Ahora que lo pienso, también se pueden encontrar hechos en los supermercados.
Todos la miraron. No podían decidir si la mujer les estaba tendiendo una trampa o si había algo especial en estos aburridos pasteles de carne.