—Que buena actuación Xinxin. No sabía que tenías ese talento escondido además de cocinar.
Shen Yi le felicitó por lo fácil que era para su esposa cambiar el curso contra el enemigo. El orgullo de él por su esposa crecía cada vez más, mientras que le miraba derrotar a sus enemigos, una vez más.
Él no podía estar más orgulloso por como ella se defendía antecualquiera que se atreviera a obstruirle el camino. Nada era más hermoso que una mujer segura, que no aceptaba porquería de nadie.¿Cómopodíaélcompararla a ella con otras mujeres, cuando ella ya había puesto la vara muy alta? Ya nunca se conformaría con menos.
—Cariño, solo tienes que confiar en mí. Nunca voy a permitirque nadie hable mal de nuestra familia —dijo Lu Xinyi guiñándole con un ojo.
—Túsí que sabes que ella no renunciaríaasí de fácil… no hasta que te derrote esta tarde.
—¡Como sea! ¡Le voy a sacar los ojos a cualquier mujer que se atreva a mirarte! Voy a hacer que se acuerde de mi nombre.