Xia Yuhan nunca pensó que la esposa de Shen Yi sería persuasiva cuando estuviera entusiasmada con algo. Lu Xinyi no parecía ser alguien a quien le gustara ser del personal directivo y estar a cargo, pero propuso la idea de invertir parte de su herencia de la familia Lu y Xia Yuhan pensó que se estaba volviendo loca.
—Mira, aprecio tu preocupación, pero no tienes que hacer esto realmente. —Xia Yuhan limpio el escritorio y miro como Lu Xinyi se quejaba con palabras coherentes para sí misma. Había algunas palabras que no se atrevía a decirle a la joven señorita de la familia Shen, pero el hecho de que Lu Xinyi estuviera dispuesta a apoyar a Flair Apparel sonaba mal.
—¡No entiende señorita Xia…!