Tang Mengying fue tomada por sorpresa, y sus ojos estaban muy abiertos. Ella lanzó un puñetazo a la espalda de Su Qianci. Su Qianci apretó los dientes y puso todo su peso encima de Tang Mengying.
La expresión de Tang Mengying cambió de forma dramática. Entonces, ella sacó la navaja del bolsillo. Cuando la presionó, la hoja apareció y cortó el brazo de Su Qianci. Su Qianci exclamó y retiró su mano de forma inconsciente. Tang Mengying aprovechó la oportunidad y, con su arma, apuñaló el hombro de Su Qianci.
Su Qianci la fulminó con la mirada, y de manera inconsciente, extendió la mano y la agarró. La daga le cortó la palma de la mano. Su Qianci apretó los dientes y le giró la muñeca. Sin embargo, la hoja se volvió repentinamente en dirección a Li Mosen.
La cara de Su Qianci se puso pálida, tratando de detener a Tang Mengying con ambas manos. Li Mosen no era un idiota. Luchó con locura y mordió el brazo expuesto de Tang Mengying.