Cerró la ventana del chat con Lin Wanting y se desplomó en la cama de nuevo.
Li Sicheng regresó pronto a casa ese día. No eran ni siquiera las cuatro cuando llegó. Con grata sorpresa, Nanny Rong le vio entrar en la habitación de Su Qianci. Ella no había cerrado la puerta, así que había sido fácil para Li Sicheng entrar y ver que ella seguía durmiendo. Abrazando su edredón, Su Qianci respiraba con calma. Dejaba al descubierto gran parte de su piel. Se le había levantado el camisón blanco y dejaba a la vista su tanga blanca de forma seductora.
Li Sicheng aguantó la respiración y fue hacia ella. Él le levantó despacio la pierna, intentando taparle con el edredón, pero Su Qianci, claramente, no quería cooperar. Sintiendo que alguien intentaba quitarle el edredón, gruñó y lo agarró con más fuerza.