Tuvieron que pasar 30 minutos para que Tohru pudiera calmarse mientras miraba con molestia a su amiga.
Lucoa solo sonrió con sus ojos cerrados mientras continuaba pegada al hombre de cabello blanco.
"¡Podrías dejar de estar tan melosa con mi esposo!" - exclamó Tohru porque estaba a punto de perder la cordura.
"Él también es mi esposo" - respondió Lucoa mientras abría uno de sus ojos.
Tohru tembló ligeramente porque podía sentir como su amiga no estaba actuando con normalidad, o mejor dicho, podía sentir como ella estaba tratando de imponer su dominancia.
"Tch, solo porque no soy tan fuerte como tú" - murmuró Tohru con irritación.
Lucoa solo sonrió en señal de victoria mientras continuaba frotando su cuerpo contra el del albino, como si quisiera marcar territorio.
"Lucoa, mala, deja a papá" - dijo Kanna con neutralidad.
"¿Eh? ¿Papá?" - repitió Lucoa con sorpresa porque ella no pensó que la pequeña Kanna diría algo como eso - "Oh, eres mejor de lo que pensaba, ya quiero tener a nuestros propios hijos"
Kanna frunció el ceño cuando escuchó esto, pero se sorprendió cuando sintió una cálida mano sobre su cabeza - "¿Papá?"
"Tranquila, pequeña, no te reemplazaremos por nada en el mundo" - sonrió Kurama mientras levantaba a la pequeña y la sentaba sobre su hombro.
Lucoa y Tohru sonrieron al ver esto mientras decidían hacer las paces, al menos por ahora.
"En fin, todavía no me dices qué es lo que haces aquí, Lucoa" - dijo Tohru con el ceño fruncido mientras miraba a la rubia que había robado a su esposo.
"Bueno, estaba aburrida y esperaba hacer algo contigo, pero cuando no te sentí en el mundo de los dragones, decidí investigar un poco" - respondió Lucoa mientras se ponía a pensar - "Al final terminé en esta dimensión y sentí tu aroma en este lugar, imagina mi sorpresa cuando vi que te habías conseguido a un compañero"
"Pensé que habías caído por accidente en mi baño" - dijo Kurama mientras levantaba una ceja.
"Bueno, fue en parte un accidente, moví mi punto de aterrizaje al lugar más cercano al aroma de Tohru, es por eso que caí en el baño" - respondió Lucoa con una pequeña sonrisa - "Pero bueno, las cosas no salieron tan mal, ¿No?"
"Terminaste acostándote con mi esposo" - gruñó Tohru con furia.
"Detalles" - sonrió Lucoa mientras veía como Tohru estaba al borde de la locura - "Ok, no te molesto más, solo quería decirte que tengas cuidado, los dragones de la [Facción del Orden], ya se han enterado de que sigues con vida a pesar de haber matado a ese dios"
"Genial, y yo pensando que por fin podría estar tranquila" - murmuró Tohru con el ceño fruncido - "¿Algo más?"
"Bueno, tu padre sigue buscándote sin descanso, así que te recomiendo que lo contactes y le expliques tu situación, en cuanto a los demás miembros de tu facción, sinceramente no sabría que más decirte, ellos no han hecho ningún movimiento extraño" - continuó Lucoa mientras negaba con la cabeza.
"Tch, esos bastardos irresponsables" - gruñó Tohru con hostilidad - "Cuando vuelva a casa, les prometo que les daré la más grande paliza que han recibido, no solo por ser unos bastardos que no hacen nada para intentar encontrarme, y por haber desterrado a Kanna-chan"
"¿Ellos hicieron eso?" - preguntó Lucoa mientras una enorme sonrisa aparecía en sus labios - "¿Ara~? Ellos han sido unos dragones muy malos"
"Lucoa da miedo" - murmuró Kanna mientras abrazaba el cuello de su padre.
"Oh, pero yo la entiendo muy bien, de hecho, tenía pensando en darles un pequeño "regalo" cuando llegara el momento por haber desterrado a mi hija" - gruñó Kurama mientras acariciaba el cabello de la pequeña niña.
"¿Eh? ¿Tenemos visitas?" - dijo Ultear con sorpresa luego de regresar junto a Meredy.
"Oh, mucho gusto, soy Lucoa, la nueva compañera de vivienda ~" - sonrió Lucoa mientras "miraba" a Ultear y asentía.
Ultear se sintió un poco incómoda por la actitud de Lucoa, pero tenía que admitir que esta extraña mujer estaba conteniendo un enorme poder.
Meredy rápidamente se escondió detrás de Ultear y miró con preocupación a esta extraña mujer rubia porque instintivamente podía sentir un enorme poder mágico dentro de ella.
"Interesante, una [empática]" - murmuró Lucoa mientras cambiaba el objetivo de su mirada a la pequeña niña que estaba detrás de la mujer que había regresado hace poco - "Y tiene un enorme potencial, nada mal"
"Ur, ella es aterradora" - murmuró Meredy mientras temblaba ligeramente porque notó el extraño ojo negro de la mujer.
"Tranquila, ella no te hará daño" - sonrió Ultear, aunque tenía curiosidad por esta extraña mujer, quien parecía ser una dragona como Tohru y Kanna-chan por los cuernos que tenía en su cabeza.
"Cierto, no planeo lastimar a unos cachorros humanos" - asintió Lucoa mientras le daba una pequeña sonrisa a la chica - "Como sea, mi nombre es Quetzalcóatl, pero pueden llamarme Lucoa, es un placer"
"Como habrás sentido, ella también es un dragón, y uno extremadamente poderoso, mucho más que yo" - agregó Tohru con seriedad - "Incluso podría decirse que ella podría pelear con mi padre si estuviera en todo su poder"
"Sí, pero ahora soy un simple dragón, no soy más una diosa" - respondió Lucoa mientras negaba con la cabeza - "Y aunque estuviera a todo mi poder, no pelearía con tu padre, no con lo amigas que somos"
"Gracias, supongo" - asintió Tohru con una pequeña sonrisa.
"¿Eras una diosa?" - preguntó Ultear con sorpresa.
"Sí, pero eso fue muchos milenios atrás" - respondió Lucoa con vergüenza - "Tuve que dejar mi puesto por cierto incidente en el que terminé bebiendo de más y causando enormes daños en la civilización que cuidaba"
"Oh, lo siento" - murmuró Ultear con pena.
"No te disculpes, no fue tu culpa" - respondió Lucoa mientras negaba con la cabeza - "Fue culpa de uno de mis supuestos amigos que me engañó"
"Creo que esto está poniéndose un poco oscuro, ¿Qué tal si cambiamos de tema?" - preguntó Kurama porque no quería que las niñas escucharon algo como esto porque era bastante obvio que Lucoa había logrado vengarse por la enorme sonrisa que tenía en su bello rostro.
"Cierto, mis historias no son muy coloridas que digamos" - asintió Lucoa mientras miraba alrededor - "Como sea, me gustaría conocer el mundo en el que voy a vivir, así que me gustaría que me guiaras por los alrededores"
"Claro, podemos ir de inmediato" - asintió Kurama mientras miraba a Kanna, quien también asintió.
"¡Esperen! ¡Yo también iré!" - exclamó Tohru con firmeza.
"Claro, no es como si te estuviera excluyendo" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros.
"¡Excelente!" - exclamó Tohru mientras movía su cola de dragón.
"Es como un perro" - murmuró Meredy mientras Ultear a duras penas resistía el impulso de reír.
* * * * *
Unas semanas después, Kurama estaba sentado en el gremio junto a Lucoa, quien estaba "observando" todo con curiosidad.
Los dos habían ido a un pequeño viaje por la zona durante todo este tiempo, para molestia de Tohru, aunque luego de "negociar" unos cuantos días con ella, todo resultó bien.
Durante este tiempo, Erza regresó al gremio con la mentalidad de enfrentarse al rubio por sus acciones, aunque su expresión se congeló cuando escuchó que él había salido hasta nuevo aviso.
Erza solo pudo sentarse ese día frente a Mira y tomar un poco para ahogar la molestia que sentía.
"Tengo que admitir que este mundo es mucho más interesante de lo que pensaba, aunque el alcohol que venden no es tan bueno como el que tú me diste" - dijo Lucoa mientras ignoraba como todos los hombres la devoraban con la mirada.
Ella había aceptado que ellos pensaban con la entrepierna cuando veían sus enormes tetas, y sinceramente no era como si pudiera culparlos, después de todo, sus niñas eran titánicas.
"El ambiente es bastante puro, perfecto para que mi raza viva en este lugar, supongo que es por eso que ocurrió una guerra draconiana en esta dimensión" - continuó Lucoa mientras le agradecía a Mirajane por la bebida.
Mira le dio una mirada discreta a sus pechos mientras pensaba en cómo había logrado que crecieran tanto.
"Son así desde que tengo memoria" - respondió Lucoa con un tono divertido.
"¡Lo siento!" - exclamó Mirajane con vergüenza cuando vio que había sido descubierta.
"Tranquila, es algo normal, me pasa más seguido de lo que piensas" - continuó Lucoa mientras apuntaba a Lucy, quien tenía una expresión similar a pesar de que sus pechos también eran grandes, y crecerían un poco más durante los años finales de su desarrollo - "¿Ves?"
Lucy al menos tuvo la decencia de avergonzarse mientras le lanzaba miradas discretas a los pechos de Lucoa.
"En serio, no tengo un secreto" - continuó Lucoa porque estaba sintiendo como las chicas a su alrededor la trataban como una mentirosa. Ella solo podía suspirar con exasperación cuando vio que nadie le creía, pero no había mucho que ella pudiera hacer al respecto - "Por cierto, quiero una nueva ración de postre"
"Oh, claro, lo traeré de inmediato" - sonrió Mirajane mientras volvía a la cocina.
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[Origen] Cap 564 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 15(48) <--- Disponible en Pa treon.