Dos semanas después, las cosas habían regresado a la normalidad, con la única excepción de que Kurumi ahora estaba haciendo servicio comunitario en la granja.
"Odio esto, ni siquiera era mi intención" - murmuró Kurumi Smith mientras apretaba los dientes - "Solo lo hice porque eran las órdenes de mis jefes"
Kurumi solo podía maldecir mientras arrojaba los utensilios, solo para suspirar y recogerlos con cuidado porque era mejor no causar más problemas.
"Karma" - dijo Kii, quien estaba observando todo desde la distancia - "Solo puedo decir eso"
"Sí, sigue burlándote de mí" - bufó Kurumi con el ceño fruncido mientras empezaba a trabajar - "Ugh, odio mi vida"
"Recuerda que te toca limpiar los establos, oh, y tengo que advertirte que los caballos están enfermos del estómago" - dijo Kii con una pequeña sonrisa.
"¡ARGH!" - el grito de Kurumi resonó en el lugar mientras los trabajadores negaba con la cabeza, aunque si eran sinceros, ellos no estaban muy felices con las acciones de Kurumi porque gracias a ellas, ahora Kurama y los demás eran un poco más severos.
Sus vidas en la granja no habían sido malas, y sus trabajos no eran tan pesados, sin contar que antes podían tomar descansos, pero gracias a los daños que había causado Kurumi y sus subordinados, ahora sus descansos eran menores, y sus trabajos mayores.
Eso dejaba a Kurumi aislada, tanto por los humanos, como por los [Interespecie], siendo su único consuelo, su prima Kuroko que usaba como escusa el supervisarla para conseguir comida gratis.
"Dios, tengo que estar loca para estar feliz de ver a esa perra aprovechada" - murmuró Kurumi mientras gritaba nuevamente por el olor fétido de las heces de los animales - "¡¿Qué mierda fue lo que comieron?!"
"Posiblemente una de las plantas envenenadas que tú causaste" - respondió Kii con hostilidad.
"Ugh, ok, lo entiendo, Karma" - murmuró Kurumi mientras aguantaba la respiración porque no quería oler el excremento de los animales, sin saber que en la entrada del lugar, había una máscara antigás que Kii decidió no informar.
* * * * *
"Voy a hacer la pregunta del millón de dólares" - dijo Kurama con neutralidad mientras veía como un grupo de hombres de negro, entraban y salían de su hogar con diferentes materiales de construcción - "¿Por qué estás haciéndole modificaciones a mi hogar?"
"¿A caso no te lo dije? Tu nueva integrante está por llegar" - dijo Kuroko con una pequeña sonrisa mientras tomaba un sorbo del té que Urt le había servido - "Muchas gracias, linda, tu té es igual de delicioso que siempre"
Urt no respondió, ella solo negó con la cabeza, solo para gritar con sorpresa cuando vio como un hombre aparecía cerca de ella con un documento - "Ugh, por favor no hagan eso"
El hombre no respondió, él solo entregó el documento y se retiró, ignorando completamente la molestia de la mujer [Minotauro], aunque si uno notara con mayor cuidado, podría darse cuenta de que el hombre de negro estaba avergonzado porque los pechos de Urt eran enormes, y él no estaba acostumbrado a ver tanta piel de cerca.
"¿A qué te refieres de nueva integrante?" - preguntó Kurama con el ceño fruncido - "Yo no recuerdo haber firmado nada de esto"
"De hecho, sí lo hiciste" - respondió Kuroko mientras sacaba el documento donde había firmado para conseguir cámaras de seguridad - "Justo aquí"
Kurama leyó el documento, solo para notar unas letras extremadamente chicas que si uno no prestara la debida atención, no las vería - ". . ."
"¿Todo correcto?" - preguntó Kuroko con una sonrisa.
"Eres una perra molesta" - dijo Kurama mientras soltaba un suspiro de derrota - "Como sea, esta casa es grande, una más no es problema"
"Solo ten cuidado y no te la folles" - dijo Kuroko con seriedad.
"No tengo sexo con todas las mujeres de la granja" - dijo Kurama con el ceño fruncido.
"¿No lo has hecho con Centorea-chan?" - preguntó Kuroko con sorpresa.
"No" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza.
"¿A caso es porque no tiene esa parte humana?" - preguntó Kuroko con sorpresa, solo para fruncir el ceño porque no creía que fuera eso.
"¿En serio?" - preguntó Kurama con aburrimiento - "No soy humano, no tengo ese tipo de inhibiciones, es solo que no hemos conectado. Ella es más de seguirme como un guardaespaldas, al menos por ahora"
Kurama había perdido la gran mayoría de su sentido de la moral humano durante su adolescencia, así que no tenía problema con tener sexo con Centorea, o algún otro tipo de [Interespecies] con anatomías similares como las [Aracnes]. Él podía matar y consumir carne humana si así lo quisiera, y no lo hacía por respeto a su familia, así que no había mucho problema con follarse a una [Centauro], lo cual en su balanza, era de mucha menor gravedad en su escala de moralidad cuestionable.
"¿En serio?" - preguntó Centorea, quien había estado escuchando todo desde un lugar cercano - "¿No tienes problema con tomarme, mi señor?"
"Como dije, no soy humano, no me rijo por su sentido moral" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros - "Solo no me pidas follarme a una niña, o alguien similar, y estamos bien"
"Es bueno escuchar que tienes un límite, no me gustaría arrestarte por estar cerca de una primaria" - dijo Kuroko con sarcasmo.
"Oh, vamos, soy alguien con clase, nunca tocaría a alguien que tiene la edad de una de mis hijas" - dijo Kurama con asco - "De hecho, si descubres a alguien como ellos, dime y te ayudaré, he recuperado algunas de mis habilidades ilusorias y me pican las manos por probarlas en uno de esos bastardos"
"Temo por la seguridad psicológica de esos bastardos, pero acepto tu propuesta" - dijo Kuroko mientras se encogía de hombros.
"Volviendo al punto, al menos me gustaría que nos informaras quién es la nueva integrante" - dijo Kurama mientras ignoraba como Centorea estaba con una mirada soñadora y un rostro rojo.
"Aquí tienes los papeles, estoy segura de que recordarás de quién estamos hablando" - dijo Kuroko mientras le pasaba unos documentos.
Kurama los tomó con calma, solo para sorprenderse porque las cosas estaban complicándose ligeramente - "¿La princesa sirena?"
"Sí, digamos que ella insistió en conocerte, monarca de los [Kitsune]" - dijo Kuroko mientras negaba con la cabeza - "He hizo una oferta que no pudimos rechazar"
Kurama no dijo nada en respuesta, después de todo, las [Sirenas] eran conocidas por ser extremadamente adineradas, gracias a todos los tesoros que el mar creaba naturalmente, así como las embarcaciones que se hundieron por los errores de sus tripulaciones.
"Bien, ¿Cuándo llega?" - preguntó Kurama mientras negaba con la cabeza.
Kuroko estaba a punto de responder, cuando escuchó como alguien tocaba la puerta - "Creo que ahora"
Kurama le dio una mirada molesta antes de caminar a la puerta, solo para ver a una linda chica de la misma edad que Miia, solo que ella estaba en una silla de ruedas.
La chica en cuestión, tenía el cabello rosado largo, una blusa negra con blanco, y una falda negra que cubría gran parte de su zona inferior, todo eso acompañado de una banda negra sobre su brillante cabello.
La chica estaba observando a Kurama con curiosidad, con sus lindos ojos azules mientras sus orejas puntiagudas con forma de aletas, se movían ligeramente.
"Es un placer estar ante su presencia, monarca [Kitsune], Uzumaki Kurama-sama" - dijo la chica de cabello rosado mientras hacía una pequeña reverencia - "Mi nombre es Meroune Lorelei, princesa y futura gobernante del reino de las [Sirenas]"
"El placer es mía, Meroune-dono" - respondió Kurama mientras respondía con respeto a las palabras de la chica.
Meroune sonrió mientras intentaba empezar una conversación civilizada con el hombre frente a ella, solo para fruncir el ceño cuando notó como eran interrumpidos por Kuroko - "¿Necesita algo, Smith-dono?"
"Lamento interrumpir su conversación, pero creo que es mejor continúen en el interior de la casa" - dijo Kuroko mientras tosía para quitar el ambiente tenso que ella había causado.
"Tiene razón, perdón por mi falta de educación, es solo que no todos los días uno puede hablar con otro miembro de la realeza" - respondió Meroune mientras sacudía la cabeza.
"Por favor pasa" - dijo Kurama con calma mientras se maldecía su estupidez al notar la silla de ruedas - "Perdón por eso"
"No te preocupes, no es primera vez que me pasa" - dijo Meroune con una sonrisa tranquila.
Kurama rápidamente se puso detrás de la silla de ruedas y la empujó dentro de la casa, solo para que Saane viera esto con curiosidad.
"¿A caso la dejaste en silla de ruedas luego de follártela hasta el cansancio?" - preguntó Saane mientras levantaba una ceja - "De ser así, me gustaría ser la siguiente"
Kurama se quedó en silencio mientras Meroune se sonrojaba ante las palabras tan poco refinadas de la [Satyr], aunque no era como si pudiera culparla por ser una mujer promiscua cuando el enorme líbido era parte de su raza.
"Lamento las palabras tan obscenas de Saane" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza.
"No te preocupes, sé que los [Satyr] no son la especie más refinada así que no tienes que disculparte" - respondió Meroune mientras sacudía la cabeza.
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[Origen] Cap 527 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 15(11) <--- Disponible en Pa treon.