Nian Xiaomu: —¡¡...!!
¿Por qué también había un fotógrafo cuando su familia de tres estaba afuera?
Recordando cómo había llorado hasta que sus lágrimas y mucosidad fluyeron hacia su boca la última vez, ¡las fosas nasales de Nian Xiaomu se dilataron de horror!
Ella miró a Yu Yuehan estupefacta.
Yu Yuehan tomó a Xiao Liuliu de sus brazos mientras le explicaba: —Nos falta un retrato familiar para la ceremonia de compromiso. La abuela hizo los arreglos para el fotógrafo hoy.
Al ver su expresión de asombro, él le aconsejó con gentileza: —Oye, diosa, en éste momento pareces más un fantasma, del tipo que se arrastra fuera del mar...
—...
Nian Xiaomu se estremeció y rápidamente controló sus fosas nasales, las cuales se encontraban ensanchadas.
Luego, ella mostró una sonrisa elegante y caminó con mucha parsimonia.
Incluso cuando Xiao Liuliu la arrastró para correr juntas, ella le dijo que no a su hijita.