FangZhenyi no podía entender esto por mucho que lo intentase.
Obviamente Yu Yuehan no había confiado en Nian Xiaomu más temprano, ¿pero por qué su actitud había cambiado de pronto?
Lo miró en blanco y no se atrevió a moverse de su posición. No podía creerlo.
Al ver esto, Nian Xiaomu caminó hacia adelante con la copa de vino en su mano. La puso convenientemente frente a FangZhenyi y dijo:—Soy amable, así que puedes usar esta copa para beber. Me temo que no podrías soportarlo si bebieses de la botella.
—...
FangZhenyi miró al dúo que parecía hacer eco. Se sentía como un payaso bailarín.
Sin embargo, tenía muy en claro los contenidos del vino.
Apretando los puños y los dientes, miró con fiereza a Nian Xiaomu.
Si no fuera por Nian Xiaomu, el Joven Amo Han no hubiera querido despedirla a toda costa. De no ser así, ella no habría corrido éste riesgo.
Yu Yuehan era conocido por ser insensible en la industria de los negocios.