Sus anchos hombros combinaban perfectamente con el uniforme negro, lo que explicaba por qué tanta gente quería entrevistarlo.
Lin Feng se metió el teléfono en los bolsillos, preparado para ponerse de pie, pero Yun Hu se inclinó y su mano izquierda presionó la silla, impidiéndole ponerse de pie. Preguntó lentamente: "¿Qué pasa? ¿Tienes prisa?"
En ese instante, Lin Feng se sintió atrapado. El hermoso arco de la garganta de Yun Hu apareció ante él, enfatizado por el uniforme negro.
Estaba demasiado cerca. Lin Feng retrocedió inconscientemente, tratando de ponerse de pie. "Por supuesto, tenemos prisa. Coco y los demás han estado esperando por un tiempo, incluso envió un mensaje de texto para apresurarnos. Date prisa, vámonos". Lin Feng dio un paso adelante.
"Espera un minuto", habló Yun Hu con voz tranquila. "No has mostrado nada desde que regresé".