—¡Polvonueve!—exclamó Señor de la Secta Tiempo de Sueños.
Su voz, efímera e indistinta, reverberó en los oído, la mente y el alma de Polvonueve.
—Eso no está bien —pensó Polvonueve y se sorprendió cuando una hermosa quebrada apareció frente a él, llena flores y ríos.
Hasta hace unos momentos estaba luchando contra tres Señores Dao. Sin duda esto era una ilusión.
—¡Romper para mí! —rugió Polvonueve mentalmente.
¡Boom! Finalmente logró romper la ilusión y el mundo real apareció ante él una vez más.
¡Bang! ¡Bang! Polvonueve sintió como un aterrador poder chocaba contra él. Como lo habían agarrado completamente desprevenido, no pudo evitar el golpe y escupió un bocado de sangre por la potencia del impacto. Al instante sintió que una cadena se enroscaba alrededor de él.
—¡Polvonueve! —exclamó Ji Ning frenético.