Palacio Cielovasto. Finca de Norte Oscuro.
Whoosh. Ji Ning sostenía una jarra de la que fluía vino hasta su copa.
—Maestro, has estado muy relajado últimamente. Hace un tiempo estabas entrenando con la espada todos los días. ¿Por qué te has detenido? —dijo Su Youji mientras se acercaba hacia ellos desde lejos.
—¿Quién dice que me detuve? Mientras mi corazón contenga la energía de espada, estaré entrenando. Si mi corazón no tiene energía de espada, todo el entrenamiento físico en el mundo sería inútil. Puede parecerte que yo solo me relajo y bebo vino, pero en realidad estoy entrenando en este momento.
—Patrañas —murmuró Su Youji en broma.