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—Dong Ming, ¿me estás interrogando?
La cara de Dong Ming se hundió un poco cuando escuchó al anciano Hu.
—No lo quise decir de esa manera… Solo quiero recordarle al Anciano Hu que si no fuera por mí, sería imposible que ingreses al Tesoro de la Espada monarca.
Dong Ming habló una vez más. Sus palabras indudablemente transmiten un único significado: si no fuera por mí que posee la llave del Tesoro de la Espada Monarca, y si no fuera por mí el que te lleve, sería absolutamente imposible para ti tener una parte de la Espada Tesoro de Monarca.
Las palabras de Dong Ming hicieron que la expresión del anciano Hu se volviera aún más sombría. Por un tiempo, él quería estallar. Pero cuando su mirada pasó involuntariamente junto a las dos personas en el suelo que lo miraban calmadamente a él y a Dong Ming, no pudo evitar reprimir su ira.
Él respiró hondo y no se deshizo directamente de Dong Ming.