—Duan Ling Tian… Eres muy bueno.
EL Líder de la Secta Espada de las Siete Estrellas contempló a Duan Ling Tian, con un rostro desprovisto de emoción de principio a fin, hasta que finalmente, reveló un indicio de una rara sonrisa.
—No voy a insistir con el asunto de antes, y lo desestimaré ahora mismo.
¡Desestimarlo ahora mismo! Era obvio que Linghu Jin Hong lo había dicho porque obviamente, no tenía ninguna intención de hacer más alboroto con lo que había sucedido antes con Duan Ling Tian.
—Pero, Líder de la Secta —farfulló Zhao Lin, con una mirada helada y expresión obstinada—. Este Duan Ling Tian…
—Zhao Lin, ¿estás cuestionando mi decisión? —lo interrumpió Linghu Jin Hong. Su voz era serena pero tenía un rastro frío, haciendo que Zhao Lin se estremeciera y negara con la cabeza, sumido en el pánico.
—¡Zhao Lin nuca osaría hacerlo!
Mientras tanto, otra oleada de conmoción volvió a bullir en la cima del Pico Dubhe.