La discusión entre susurros de los Discípulos del Pico Megrez entraron en los oídos de Wu Yong Qian, causando que su cara se enrojeciera de furia y sus ojos feroces parpadeasen con una densa ira. Este Duan Ling Tian le habia paralizado el brazo derecho, le había impuesto una pesada carga y hecho que sus logros futuros fuesen dudosos.
Desde muy joven, su mayor sueño había sido hacerse con la posición de su padre adoptivo y convertirse en el Maestro del Pico Megrez de la Secta Espada de las Siete Estrellas. Sin embargo, parecía que ahora todo esto no era más que un montón de esperanzas extravagantes.
—Duan Ling Tian, de ho haber sido por ti, seguramente me habría convertido en el Maestro del Pico Megrez en el futuro. ¡Todo esto es tu culpa! —bramó. El corazón de Wu Yong Qian estaba lleno de rabia, y no deseaba otra cosa que destrozar a Duan Ling Tian, quemar sus huesos y esparcir sus cenizas. En su opinión, ¡Duan Ling Tian le había arruinado la vida!