Debido a la tranquilidad del bosque circundante, los miembros de Té de Medianoche escucharon a Shi Feng alto y claro.
—Líder, nos han descubierto. ¿Qué debemos hacer? —preguntó Cloud Yarn, algo ansiosa.
No era raro encontrarse con otros jugadores en el campo.
Sin embargo, esa situación era algo diferente.
Se debía a que se veían sospechosamente como bandidos.
La brigada de Shi Feng acababa de matar a varios Jefes. Aunque ya habían obtenido el botín, los artículos permanecerían sin dueño durante las próximas dos horas. Siempre que los mataran, el botín caería de sus cuerpos.
Cloud Yarn no dudó que la brigada de Shi Feng sería despiadada con cualquiera que intentara robarles.
No hubiera sido un gran problema si fueran solo expertos ordinarios. Sin embargo, en base a las milagrosas hazañas que había presenciado, lo más probable era que fueran tan fuertes como ellos mismos. Si realmente se tratara de una pelea, el resultado no sería bonito.