Después de atraer la atención de Fausto, la tarea restante de Shi Feng era hacer Daño a los Peces Dorados.
Esos Peces Dorados de nivel 20 nadaban actualmente en el brillante Río Plateado suspendido en el aire. El río estaba a unos 25 o 30 metros por encima del suelo, lo que hacía imposible que una clase cuerpo a cuerpo atacase normalmente a los Peces Dorados. Además, los Peces Dorados tenían escamas tan duras como diamantes, y era casi imposible para los jugadores por debajo del nivel 20 causarles más de 100 puntos de Daño en un solo ataque.
Los Peces Dorados también poseían una resistencia mágica muy alta, lo que reducía el Daño mágico que recibía en un 40%. Además, los peces dorados nadaban a velocidades excepcionalmente rápidas en el Río Plateado, lo que los hacía extremadamente difíciles de alcanzar.
Como resultado, había muchos jugadores que no ganaban nada a pesar de haber encontrado el Valle de Rio Estrella.