Zhou Yuhu caminó hacia Shi Feng de manera imponente. Quería enseñarle personalmente una buena y dura lección.
En ocasiones anteriores, Zhou Yuhu siempre había enviado a otros para que lo hicieran por él. Sin embargo, Shi Feng todavía no aprendía a ser bueno. Y por eso, en ese momento, quería dejar marcada esa lección en sus huesos.
Las personas presentes pudieron ver el destino que se planteaba para Shi Feng.
En una sociedad donde toda la población se dedicaba al entrenamiento corporal, las peleas entre estudiantes eran muy comunes. Incluso las lesiones menores eran muy normales. Mientras no se pasaran, no causarían un incidente.
Sin embargo, considerando la actitud actual de Zhou Yuhu, Shi Feng permanecería en el hospital durante al menos un mes. Para ese entonces, Shi Feng estaría usando un yeso en el escenario mientras recibía su certificado de graduación.