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Antes de que Huo Mian se pudiera dar cuenta de que algo no andaba bien, Su Yu inmediatamente se levantó, miró su reloj y dijo: —Ya casi es hora, iré a registrar a Huo Mian al hospital militar, si no los superiores comenzarán a sospechar.
No se la puede ver afuera, así que por favor no le cuenten a nadie que regresó... Organizaré otro encuentro para más adelante.
—Está bien, entonces dejémoslo aquí por hoy —Gao Ran también se levantó.
Todos se despidieron de Huo Mian y, pronto, se marcharon del hotel.
De camino al hospital, Su Yu conducía su Lamborghini muy despacio.
Huo Mian se dio cuenta de la baja velocidad y dijo: —Ey, vas muy lento, ¿podremos llegar al hospital antes de que anochezca?
—No puedo manejar muy rápido, estás embarazada.
—Solo estoy embarazada, no estoy muriendo jaja. No tienes que ser tan cuidadoso —Huo Mian no pudo evitar reírse
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