Cuando Huo Mian llegó a la Corporación Huo, Huo Siqian estaba a punto de entrar en su Rolls-Royce para ir a encontrarse con un cliente. Para su sorpresa, vio por el espejo retrovisor cómo el Audi R8 de Huo Mian aceleraba en dirección a su auto.
Con un "bang" y muchísima fuerza, Huo Mian estrelló su auto contra el de Huo Siqian. La buena noticia era que sus coches eran resistentes. Si alguno de ellos hubiera conducido un pequeño Sedan japonés o coreano, habrían quedado aplastados como hamburguesas humanas.
—Mi hermanita Mian está realmente furiosa esta vez. —Huo Siqian no mostraba ni una pizca de inquietud; por el contrario, sonreía.
Al ver que él estaba bien, Huo Mian retrocedió el auto de inmediato antes de pisar nuevamente el acelerador. El sonido ensordecedor que se produjo por el choque de los autos conmocionó a los peatones que pensaron que Huo Mian y Huo Siqian filmaban una película de acción.