—Cuando fui a casa a ver a mi madre, ella estaba allí también. Luego cenamos juntos y la dejé de camino aquí.
—¿Qué? ¿Cenaron juntos? ¿Qué comieron?
—No lo recuerdo, había algunos platos occidentales y la criada preparó sopa. No comí en verdad.
Qin Chu decía la verdad, él no estaba de ánimos para comer.
—Lo veeeeooo —dijo Huo Mian, arrastrando la palabra a propósito.
—Cariño, debes creerme. Si algo hubiera pasado no te diría que ella estuvo en mi auto.
—Lo sé. No pregunté nada, ¿por qué estás tan nervioso?
—No estaba nervioso, pero tú me pusiste nervioso.
—Si no eres culpable, ¿cómo podría ponerte nervioso?
—No quería que pensaras demasiado.
—¿Soy una persona que piensa demasiado?
—De acuerdo, cariño, lo siento —se disculpó Qin Chu.
Huo Mian sonrió, envolviendo a Qin Chu con sus brazos.
—Cariño, mi examen es pasado mañana. Estoy muy nerviosa, ¿qué hago?
—¿Pasado mañana? ¿Tan pronto?