—Zhu Lingling, te interpones en su amor, ¿es eso lo que quieres?
Gao Ran la miró con desdén.
—Pero temo dormir sola, tendré pesadillas —se quejó Zhu Lingling.
—¿No tienes a Gao Ran?
—¿Él? No, no es apropiado que hombres y mujeres compartan una habitación —dijo Zhu Lingling y sonrió, incómoda.
—No te preocupes, no te haré nada. ¿Por qué eres tan egocéntrica?
—Aún si quisieras hacerme algo, no te lo permitiría —argumentó Zhu Lingling.
—Entonces, ¿quieren dormir en la misma habitación o habitaciones separadas? —preguntó Huo Mian y rio.
—A mí me da igual —dijo Gao Ran y calló.
—Eh... en realidad... yo quiero...
—Ajem.
Qin Chu tosió en el momento adecuado.
Zhu Lingling cambió sus palabras inmediatamente y dijo: —Compartiré habitación con el maldito policía y sufriré.