—¿Qué clase de reacción es esa? No me digas que ustedes aún no... lo han hecho —dijo Zhu Lingling, atónita.
—Claro que no, dormimos en habitaciones separadas.
—¿Qué? ¿Habitaciones separadas? ¿Entonces cuál diablos era el punto de casarse? —preguntó Zhu Lingling con algo de desdén.
—El hecho de que estemos casados no significa que debamos acostarnos. Ya sabes que solo accedí a casarme para que Zhixin pudiera obtener la cirugía.
—Pero ahora son marido y mujer, y es un hecho.
Huo Mian replicó con su silencio, y una mirada melancólica se manifestó en su rostro. Ella no tenía idea que las cosas iban a terminar como lo hicieron, y ya no tenía ni idea de cómo lidiaría con Qin Chu a partir de ahora.
—De acuerdo, dejaré de mencionar este tema deprimente. Éste es mi nuevo novio ¿qué te parece? —dijo Zhu Lingling, sacando su celular para mostrarle a Huo Mian una foto de ella parada íntimamente al lado de un hombre.