—Ning Xi, el productor Wang, el escritor Ye y yo estamos muy contentos contigo, pero la realidad es cruel. No podemos hacer películas basándonos sólo en los sentimientos, lo más importante son los fondos. A veces no tenemos ni voz ni voto cuando se trata de las audiciones. ¿Sabes quien sí tiene? ¡El que aporte más dinero! —dijo el director.
Mientras Ning Xi escuchaba, su corazón se hundía como una roca cayendo al fondo del océano. ¿La reemplazaron después de todo? ¿Entonces por qué le dijo Chang Li que fuera al rodaje?
—El director ejecutivo Ning se me acercó anoche. Él sentía que eras muy nueva, y no estaba a favor de contratarte. Sin embargo…—Guo Qisheng hizo una pausa.
Ning Xi quería sacar al director por el teléfono y darle una sacudida.
¿No puedes decirlo todo de una sola vez?
—... Tuviste suerte Ning Xi. Otro inversionista quedó muy impresionado contigo, ¡el papel es tuyo, así que asegúrate de dar lo mejor que tengas! —aseguró.