—¡BOOM!
Hubo una explosión mientras las paredes del palacio comenzaban a caerse.
—¡ALYSSA! —gritó alguien.
—¡SÁLVAME, ALYSSA! —se escuchaba una voz desesperada.
—¡ME ESTOY MURIENDO! —chillaban voces mientras el fuego los envolvía—. Cadáveres quemados gritaban mientras el fuego los envolvía, arrastrándose hacia Alyssa, quien permanecía inmóvil en su lugar.
Sus manos temblaban, sus pasos vacilaban.
Hace un momento,
—¿Así que esta es la entrada? —murmuró Alyssa al mirar la entrada del palacio.
Alrededor de este enorme palacio había lava, y los monstruos que acechaban dentro de esa lava.
Alyssa flotó hacia el suelo de piedra y miró a su alrededor.
Podía ver la entrada frente a ella, pero también había estatuas de piedra de personas con armadura y sosteniendo sus armas que guardaban la entrada.
El paisaje alertó a Alyssa mientras avanzaba con cuidado, pero su expresión empeoró cuando pudo ver las estatuas más de cerca.