Oliver Walker dijo juguetonamente:
—¡Claro que puedes, solo necesitas invitarla a salir y decirle que el ferry está listo, lo demás puedes dejármelo a mí!
Vivian Li no dejó más palabras atrás, sino que en su lugar lanzó una mirada feroz a Daniel, que estaba atrapado en la esquina de la pared, antes de salir del calabozo.
—Maldita sea, jefe...
Daniel dijo frustrado:
—Tú... tú no cumples tu palabra, así no es como se trata a la gente, ¿verdad?
—Tú... realmente eres demasiado cruel!
A sus ojos, una mujer como Vivian Li era sin duda de la más alta y suprema categoría.
¡Una vez perdida, podría nunca tener la oportunidad de encontrar a alguien como ella de nuevo en su vida!
¿Cómo no iba a lamentarlo?
—¿Fuiste a recopilar la información que te pedí? —Oliver Walker se giró lentamente, sus fríos ojos cayeron sobre Daniel—. Si no me sirves para nada, ¿por qué debería ser justo contigo?
—¿No te parece que ya es una misericordia el no matarte ahora mismo?