Justin pensó por un momento. En efecto, iba a ser difícil conseguir que a Trueman le creciera de repente la conciencia y dijera la verdad. Además, tampoco querían perder más tiempo.
Puesto que ya habían rodeado a la otra parte e incluso habían capturado al propio hombre, ¿por qué esperar más?
Justin asintió.
Condujo a los demás fuera de la habitación y cerró la puerta.
Sean y Lawrence estaban fuera de la habitación. Cuando Lawrence escuchó su intercambio, el hombre, desconcertado, preguntó: —¿Ha venido Gato Negro, jefe? ¿Por qué la Sra. Smith pide a Gato Negro que se encargue del interrogatorio?
Sean: —...
Justin lo ignoró y miró a los demás.
Winnie ya había sido liberada y estaba de pie a un lado. En cuanto a Harry y los demás, habían sido capturados y le miraban con fiereza.
—¡No le hagas daño al Sr. Yale! Haré todo lo que me pida.
—...
Justin los ignoró y en su lugar miró directamente a la habitación.