Los dos acordaron una hora y un lugar.
Cuando colgó, Cherry entró corriendo. La miró con los ojos muy abiertos y le preguntó: —Mamá, ¿de verdad me vas a llevar a comer con papá mañana?
Nora se frotó la cabeza y dijo con calma: —Mañana tienes clases, ¿cómo voy a llevarte a comer?
—... —Cherry colgó la cabeza abatida—: ¡Lo sabía!
Una mirada maliciosa cruzó los ojos de Nora.
Pete iba a la Escuela de Artes Marciales Quinn todos los martes y viernes. Aparte de esos dos días, pasaba el resto del tiempo estudiando en casa. Hacía tres días que no veía a su hijo.
Al día siguiente, Nora llevó a Cherry a la guardería.
Detuvo el coche en el arcén, como siempre. Luego, tomó la mano de Cherry y la condujo hasta la puerta donde la esperaba un profesor.
Cherry llevaba un uniforme escolar que la guardería había hecho a medida y una gran mochila. Tenía un aspecto extremadamente adorable.
La profesora les saludó.