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63.63% the wandering wolf / Chapter 14: ch 14

章 14: ch 14

Pentos 297 AC

Ubicada en la llamada Bahía de Pentos se encontraba la Ciudad Libre de Pentos, una de las nueve ciudades Libres del continente de Essos. La ciudad estaba rodeada de murallas altas y masivas, las cuales pese a parecer muy fuertes se encontraban en la llamaba ciudad más vulnerable de entre las nueve ciudades Libres. En el interior de la ciudad había una gran cantidad de torres junto con edificios amurallados, las cuales solían ser las mansiones de los Magísteres. Los Magísteres son las personas más ricas de la ciudad y pese a que Pentos tiene un príncipe como supuesto líder, en la práctica son los Magísteres los que son los verdaderos gobernantes.

En uno de los tantos caminos que daban al puerto, se podía ver a Jon y compañía caminando en dirección de la ciudad. Junto a ellos iba un hechizado fantasma, el cual ahora mismo tenía el tamaño de un cachorro de lobo normal. Esto se había hecho para que nadie se asuste con la presencia de lobo huargo, pues cada vez que los pobladores veían a Fantasma solían intentar atacarlo para matarlo, pues creían que era una amenaza, por lo que para evitar aquello, Jon había comenzado a usar un hechizo para hacerlo ver como un cachorro.

"Woaaaa. Sabíamos que en Essos hace calor, pero por aquí está en otro nivel." Se quejó Pyp mientras se abanicaba con la mano, pues sentía mucho calor.

"Obvio que sentiríamos calor, no ves que estamos con nuestras armaduras puestas." Comentó Grenn mientras también se abanicaba.

"Ya sé lo que sienten los patos en el horno…" se quejó Edd mientras se limpiaba el sudor de la frente.

"Si bien parece que nosotros sufrimos, mira a Jon, parece que se va a deshidratar en cualquier momento." Señaló Sam mientras apuntaba con un dedo a su amigo.

Los otros tres compañeros de Jon miraron hacia donde Sam apuntaba con el dedo y se dieron cuenta de que decía la verdad, pues Jon estaba que sudaba más que los otros juntos.

'Ahhh…. mátenme…. No aguanto este calor…' pensó Jon, el cual estaba que lo pasaba mal, ya que él había vivido casi toda su vida en lugares fríos, lo que le había dado una resistencia y tolerancia al frio, pero no al calor, por lo que ahora mismo, él estaba completamente a merced del calor. Además, tampoco ayudaba que estuviese con su armadura y una capa marrón encima.

"Tenemos que comprar nuevas ropas." Dijo Sam mientras se abanicaba. "Las que tenemos no son buenas para este clima."

"Si ya nos dimos cuenta, señor obvio." Contestó Pyp.

Tras aquellas palabras los cinco amigos asintieron y decidieron que irían a buscar primero un lugar para comprarse ropa. Tras buscar por un buen rato, al fin llegaron a encontrar una buena tienda de ropa, donde cada uno de ellos compro ropas un poco más livianas. Tras comprar, los cinco se dirigieron hacia una posada, pues planeaban comer algo y pasear un poco para ya después zarpar en la noche hacia la ciudad de Lys y luego hacia su próximo destino.

Tras caminar un poco, llegaron a una posada que aceptó que Fantasma los acompañara. Tras pedir un poco de comida, los cinco se sentaron a comer tranquilamente. La comida que pidieron no era nada del otro mundo, solo un guiso de carnero con unos trozos de pan centeno. Para bajar toda la comida, pidieron un poco de cerveza. Tras terminar de comer, Edd, Grenn y Pyp se llevaron a Sam a un burdel parar que el joven tuviera su primera vez, pues el mismo acababa de confesar que nunca había estado con una mujer.

"Parece que solo estamos los dos, ¿no es así, Fantasma?" preguntó Jon mientras miraba a su lobo, el cual estaba que roía un hueso de carnero.

Jon siguió bebiendo la cerveza a tragos cortos cada cierto tiempo, pues no era la mejor cerveza que había tomado. Estuvo haciendo aquello por varios minutos, hasta que, para su sorpresa, una figura se sentó frente a él.

"¿Parece que no te gusta la cerveza?" Preguntó la voz de una mujer, llamando la atención de Jon.

Jon miró a la dueña de la voz y vio que era una mujer de unos pocos más de veinte años. La mujer era esbelta y tenía un rostro delgado con una nariz aguileña, la cual era un poco grande para su rostro, pero la sonrisa altanera que poseía hacía que no se notara demasiado. El cabello de la mujer era corto y de color negro, acompañado un par de ojos de color oscuro. A diferencia de otras mujeres a las que había conocido, Jon vio que ella no llevaba un vestido, sino que llevaba un jubón de cuero sin mangas medio desatado, permitiendo que se le vea algo de piel. Además, también llevaba pantalones negros con un cinturón de tachuelas y botas altas de cuero, las cuales estaban manchadas de sal.

"No es que no me guste, sino que esta cerveza no es la mejor que he bebido." Respondió Jon mirando a la mujer a los ojos, no permitiendo que la poca piel que exponía lo distraiga.

La sonrisa de la mujer aumento de intensidad al ver que Jon no se distraía con la poca piel que exponía, sino que mantenía sus ojos enfocados en su rostro.

"Parece que no eres como los otros hombres que he tenido la suerte de conocer." Dijo la mujer mientras tomaba un trago de su cerveza. "¿Como te llamas?"

Jon miró a la mujer y puso una sonrisa divertida. "No es de educación primero presentarse antes de preguntar por la identidad de otra persona?"

La mujer soltó una pequeña carcajada, obviamente divertida por la forma en que Jon hablaba.

"¡Ja, ja, ja, ja! ¡Realmente eres diferente a otros hombres!" La mujer soltó una risa divertida. "Pero supongo que tienes razón, me llamo Esgred y soy una joven que vive por estos lares."

Jon miró a la mujer que autodenominada Esgred y levantó la ceja con curiosidad, pues el nombre con el que se identificaba no era para nada un nombre de estas tierras, no, parecía más un nombre del norte.

"Un placer, me llamo Jon."

Tras la presentación de Jon, Esgred puso una sonrisa coqueta mientras volvía a hablarle a Jon. "Dime, Jon. ¿Qué te parece una apuesta?"

Jon miró la sonrisa que puso la mujer y sonriendo, decidió hacerse el confundido. "¿Qué clase de apuesta?"

"Hacemos una competencia para ver quien bebe más."

"Ummm… parece una buena idea, ¿pero cuáles serían los premios?"

"Si gano yo, tú me pagaras varios toneles de cerveza." Respondió Esgred con una sonrisa.

"Y si gano yo, ¿Qué obtengo?"

Esgred solo sonrió de manera más amplia para luego llevarse la mano hacia su jubón y exponer un poco de su escote.

Aquello fue todo lo que Jon necesito para saber cuál sería su premio si ganaba esta apuesta. Tomándose un tiempo para pensar que opción tomar, terminó aceptando.

Y así comenzó el concurso de bebida. Muchos de los que estaban en la taberna comenzaron a ver el concurso mientras comenzaban a apostar. Para sorpresa de Jon, parecía que Esgred era famosa por ser una buena bebedora, pues muchos decían que él no lograría vencerla, pero sin que ellos lo supieran, su cuerpo era muy resistente al alcohol, por lo que no le sería fácil a Esgred ganarle.

Jon se llevó su décimo quinta jarra de cerveza a la boca mientras veía como Esgred estaba también en su decimoquinta jarra de cerveza. Por lo que el joven podía ver, ella parecía estar entrando a sus límites, pues en más de una ocasión pudo ver que la mano de ella temblaba cuando tomaba sus últimas jarras.

Tomando un trago de su cerveza, Jon escuchó un ruido sordo, por lo que mirando hacia ese lugar, vio como Esgred estaba con la cabeza en la mesa.

"Parece que he ganado." Dijo Jon dejando su jarra de cerveza vacía en la mesa, pues terminó de beber todo el contenido de un solo trago.

"Shi. (hic) esho... parece…" respondió Esgred mientras intentaba levantarse, pero su estado de ebriedad pareció ganarle, por lo que casi termina cayendo al suelo.

Afortunadamente para ella, Jon se había movido lo suficientemente rápido como para atraparla.

"He, he… (hic) Grashias…"

Jon solo negó con la cabeza.

"Mi.… habitación está en el segundo, piso…" susurró Esgred mientras envolvía sus brazos alrededor del cuello de Jon.

Sabiendo lo que quería la mujer, Jon solo soltó un suspiro y se la llevó al segundo piso de la posada. Tras subir por unas escaleras de roble un tanto viejas, Jon llegó a la habitación de la mujer. Por lo que, abrió la puerta e ingresó a la habitación.

La habitación de la posada era una habitación simple, la cual estaba conformada por una simple cama y nada más. Al ver esto, Jon caminó hacia la cama y dejó allí a la mujer. Cuando lo hizo, estuvo por irse, pero para su sorpresa, Esgred le atrapó con sus brazos y lo empujó a la cama, para luego posicionarse sobre él.

'¿Qué mierda?' pensó Jon con asombro, pues no se esperaba esto.

"A donde crees que vas, Jon." dijo Esgred con voz coqueta y divertida, mostrando que no estaba ebria realmente. "¿Te iras sin obtener tu premio?"

Jon se quedó quieto y miró a la mujer, la cual estaba que comenzaba a acercar su rostro al suyo. El aliento de la mujer olía a alcohol, pero eso no molesto a Jon, quien finalmente decidió reclamar su premio, por lo que sin dudarlo, capturó los labios de Esgred en un apasionado beso.

Los dos comenzaron una furiosa batalla por el dominio, batalla que fue ganada por Jon cuando este colocó sus manos por detrás de los muslos de la mujer para hacerla girar y que ella terminase boca arriba sobre la cama con Jon colocándose sobre ella.

El beso escalo en intensidad cuando ambos comenzaron a usar sus lenguas para tratar de mantener el dominio, en el caso de Jon, o ganarlo, en el caso de Esgred. Cuando se separaron, ninguno perdió el tiempo y con rapidez comenzaron a desvestirse, sacándose sus prendas tan rápido que casi parecía que se las estaban arrancando.

Cuando ambos estuvieron completamente desnudos, Esgred se dejó caer y abrió las piernas, permitiendo que Jon viera u coño, el cual estaba afeitado casi por completo, pues una pequeña y pulcramente cortada mata de vello negro coronaba ese lugar. Lamiéndose los labios, Jon comenzó a descender hasta que su cabeza estuvo entre las piernas de la chica. Sus ojos pudieron ver que el coño de Esgred era de un pálido color rosa con labios externos no muy pronunciados. Acercando su rostro, Jon comenzó a usar su lengua para estimular el área exterior del coño de Esgred, ganándose así unos pequeños gemidos de la mujer.

La mujer comenzó a gemir un poco fuerte, pero Jon no le hacía caso a las palabras que ella soltaba, pues se encontraba muy enfocado en su labor actual. Moviendo su lengua de arriba abajo, comenzó a estimular con más fuerza el coño de Esgred, provocando que este liberase muchos fluidos vaginales.

"~Ahh…~ Realmente eres m-m-muy... ¡Bueno! ~" gimió Esgred al sentir como Jon introducía su lengua en su coño. Su cuerpo comenzó a moverse suavemente, pues el joven era muy bueno dando «El beso del Señor».

Aquella escena continuó durante varios minutos, durante los cuales, Jon siguió jugando con Esgred, llevándola a casi el clímax en más de una ocasión, pero siempre dejándola con la expectativa, pues cuando ella estaba por alcanzarlo, el dejaba de usar su lengua, lo que hacía que el cuerpo de Esgred se relaje y no alcanzase el clímax. Sin embargo, en este momento Jon ya había decidido no seguir jugando, por lo que usando su lengua con más velocidad, comenzó a hacer que el cuerpo de Esgred comenzase a tener pequeños espasmos.

"¡~AH~! ¡Maldito bastardo, sí que eres bueno en esto! ¡Sigue…! ¡Ya…! ¡Ya casi estoy!" gritó de placer Esgred al sentir que se acercaba al clímax. Ella dio un grito silencioso cuando su cuerpo tembló y las paredes internas de su coño se contrajeron cuando sintió que una corriente eléctrica atravesó su cuerpo.

El cuerpo de la mujer cayó a la cama mientras su respiración se volvió errática, mientras jadeaba por aire. Sin embargo, antes de que ella pudiese pensar o decir algo, sintió que sus piernas eran levantadas, lo que hizo que su culo se elevara unos pocos centímetros de la cama. Mirando hacia esa dirección, ella vio como Jon era quien había levantado sus piernas, extendiéndolas un poco.

"¿creíste que solo íbamos a terminar con eso?" preguntó Jon con diversión.

La mujer miro a Jon y también sonrió.

"Bien, ya que lo que hiciste hace rato no ha sido suficiente para satisfacerme."

La sonrisa en el rostro de Jon se amplió en intensidad, mientras este movía sus caderas y hacía que su polla se introduzca en el coño de Esgred. Jon soltó un gruñido cuando sintió las apretadas paredes internas de la mujer rodear su miembro. Comenzando a mover sus caderas, la habitación comenzó a llenarse de gemidos provenientes de Esgred.

Manteniendo los pies de Esgred atrapados en posición levantada, Jon comenzó a aumentar la velocidad de sus estocadas, provocando que la mujer sintiera más placer. Y así, estuvieron teniendo sexo durante unos minutos hasta que Jon decidió cambiar de posición, por lo que bajando las piernas de Esgred, este envolvió sus brazos alrededor de la cintura de la mujer y se acostó en la cama, provocando que ella terminase sobre él.

En esta nueva posición, Jon continuo su labro, generando más gemidos en la mujer, la cual en un momento se liberó de los brazos de Jon y comenzó a montarlo como si su vida dependiese de ello.

La fuerte y apasionada sesión de sexo comenzó a hacer que la cama chirriara, pues Esgred movía sus caderas con mucha intensidad, provocándole gruñidos de placer a Jon, el cual tenía sus manos en los pechos de Esgred. Jon amasaba el pecho derecho y tiraba del pezón del pecho izquierdo, provocando que Esgred sintiese más placer.

"~Ahh~ ~Realmente eres bueno en esto niño~" gimió Esgred mientras apoyaba sus manos en el pecho de Jon, para así tener una especie de soporte para poder mover mejor sus caderas.

"Je, si me lo han dicho." Respondió Jon mientras tiraba ya no un pezón, sino de los dos pezones de Esgred, provocando así que la mujer suelte un fuerte gemido.

"~E-espero que tengas buena resistencia~"

"No te preocupes, esto no terminara hasta el amanecer." Dijo Jon mientras se levantaba de manera brusca y hacía que Esgred cayera a la cama. Tras aquello, Jon hizo una maniobra rápida y terminó poniendo a la mujer en cuatro patas y sin esperar un segundo más, comenzó a penetrarla desde atrás, provocando así gemidos por parte de Esgred.

"~Ahhh...~ ~Si, así~ ~Sigue así~" gimió Esgred con felicidad, pues estaba que disfrutaba mucho del sexo con Jon, ya que este no estaba siendo ni muy brusco ni muy suave con ella, sino que, estaba usando la cantidad necesaria de fuerza para de esa manera darle placer sin lastimarla.

La cama comenzó a mecerse mientras Jon seguia penetrando sin parar a la mujer que tenía en cuatro patas. Aquello duro un buen tiempo hasta que finalmente ambos alcanzaron sus respectivos clímax.

"Aghh/ ¡~AHHH~!" el gruñido de Jon se sincronizó con el grito de Esgred, quien estuvo por caer a la cama de bruces; sin embargo, eso no ocurrió, pues Jon la detuvo antes de caer.

Para asombro y pánico de la mujer, Jon la abrazó por la espalda, permitiendo que ella sintiese que algo duro le presionaba la espalda baja.

"Espero que no pienses que esto ha terminado aquí, ¿verdad?" susurró Jon al oído de Esgred, quien sintió como su cuerpo se estremecía ante las palabras de Jon. Parece que aquella sesión de pasión no acabaría hasta dentro de mucho tiempo.

La noche ya había caído sobre la ciudad de Pentos y mientras Jon seguia divirtiéndose con Esgred, en otra parte de la ciudad una joven un año menor que Jon corría por su vida mientras lágrimas de tristeza caían por sus mejillas.

La chica que corría era hermosa y tenía el cabello largo de color plateado y dorado pálido. Su piel era pálida y sus ojos eran violetas. Su cuerpo no estaba muy desarrollado, pese a que ella ya tenía trece años su cuerpo era aún delgado. El nombre de esta chica era Daenerys Targaryen y era la última hija del anterior rey de Westeros, el Rey Aerys II, también llamado «El rey loco».

La joven corría hacia dirección desconocida, escapando de los asesinos que hace unos momentos habían matado a su hermano. Ella y su hermano, el cual se había llamado Viserys, habían estado viviendo en la calle desde que Ser Willem Darry, quien había sido su guardián, había muerto por una enfermedad que le consumió. Tras aquello, ella quien había estado viviendo en Braavos en una casa de puerta roja con un limonero, tuvo que escapar con su hermano. Huyeron de allí sin dinero, pues los sirvientes que habían tenido les habían robado todo. Estuvieron dando tumbos por diversos lugares, viviendo de la caridad de muchos magísteres.

Sin embargo, parecía que su fortuna había cambiado, pues un Magister de Pentos llamado Illyrio Mopatis había decidido brindarles refugio y cobijo en su mansión. Los heraldos de este magister los habían encontrado mientras vagaban por el camino hacia Pentos. Su hermano decidió aceptar rápidamente, por lo que los guardias los habían estado escoltando hacia la mansión. Sin embargo, cuando llegaron a la ciudad en la noche, fueron emboscados en un callejón. Los atacantes eran muchos, fácilmente siendo unas quince personas. Pese a que los guardias que los escoltaban estaban armados, estos estaban gordos y no pudieron reaccionar rápidamente ante el ataque, muriendo fácilmente.

Tras aquello, los asesinos posaron su vista en Viserys y con una rabia inhumana lo apuñalaron sin parar. Aquello la había dejado en shock unos segundos. Sin embargo, una especie de milagro surgió, pues ella logró volver en sí y tras eso comenzó a correr hacia cualquier lugar.

Ella corría sin direcciona alguna, pasando calle tras calle, sin mirar hacia donde iba. Doblando por una esquina, ella tropezó y terminó cayendo al suelo, raspándose las rodillas en el pavimento del camino.

"¡Vengan, por aquí se metió ese engendro del incesto!" gritó uno de los asesinos de su hermano.

Al escuchar aquello, los ojos de Daenerys se abrieron de horror y con miedo, la pequeña hija de la casa Targaryen se levantó como pudo y pese al dolor de sus heridas, siguió corriendo. Siguió corriendo hasta que llegó a los muelles.

"¿A dónde voy?" se preguntó con miedo Daenerys, pues no sabía que hacer ahora.

"¡Se dirigió hacia los muelles!" Gritó la voz de unos de los asesinos de su hermano, cuya voz parecía muy cerca.

"¡Bien, no tendrá a donde huir desde allí! Gritó otra voz.

Otras voces acompañaron aquella voz, provocando que Daenerys se llenase de miedo. Asi que, presa del pánico y sin saber que más hacer, ella corrió hacia los muelles y se adentró en un barco.

La luz del sol comenzó a ingresar a la habitación de la posada donde Jon había estado divirtiéndose con Esgred. Los ojos del hijo de Ned Stark se abrieron lentamente cuando uno de los rayos le impactó de frente en sus ojos. Despertando por completo, Jon vio que estaba en la habitación de una posada. Parpadeando, al fin pudo recordar lo que había hecho la noche anterior, por lo que mirando hacia su pecho vio que allí estaba una muy dormida Esgred, la cual, al igual que el, estaba desnuda.

Una sonrisa apareció en su rostro cuando recordó todo lo que hizo con la mujer durante toda la noche, pues le dio más duro que ariete contra portón de madera reforzado.

"Ahh…. ¿Qué hora es?" se preguntó Jon, quien decidió ver la sombra que proyectaba la luz en que se filtraba por la ventana, para de esa manera tratar de calcular que hora podría ser. Cuando vio que la sombra, pudo deducir que de seguro eran las primeras luces del día. Por lo que, sabiendo que sus amigos estarían molestos porque él no regresó al barco en la noche. Asi que, sin perder más tiempo, suavemente logró salir del agarre de Esgred y se dirigió hacia donde estaba su ropa. Vistiéndose de manera rápida, salió de la habitación de manera sigilosa.

Cuando estuvo fuera de la habitación, pudo ver que allí estaba Fantasma, el cual al sentirlo llegar comenzó a mover su cola como si de un cachorro de perro se tratase. Poniendo una sonrisa, Jon se agachó y le pasó la mano por la cabeza a su fiel amigo.

"Gracias por esperarme, Fantasma." Dijo Jon, viendo como Fantasma le lamia la mano. "Por hacer de buen guardia, te has ganado un gran trozo de carne solo para ti."

Tras aquellas palabras, Jon y Fantasma bajaron por las escaleras y llegaron a la sala de comedor de la posada. Al mismo momento en que Jon puso un pie allí, muchas de las mujeres que allí estaban se sonrojaron al verlo, mientras que los hombres lo miraban con respeto y envidia.

Jon no entendía por qué lo miraban así, pero no le dio importancia y continuo hacia la salida, pero cuando estuvo por llegar, el posadero lo detuvo.

"¿Qué sucede buen señor?" preguntó Jon mirando al posadero.

"No quiero importunarlo, jovencito. Pero la chica con la que estuvo anoche no ha pagado su estadía."

Al oír aquello, Jon entendió que pasaba. Parecía que el posadero quería cobrarle el precio de la estadía de la mujer. Si bien él podría haberse negado, decidió pagar la estadía de la mujer. Tras aquello, él se fue del lugar en dirección del puerto.

Mientras caminaba por las calles de Pentos hacia el puerto, Jon vio como había gente reunida en uno de los callejones. Si bien aquello no le causaría mucha curiosidad, fue el hecho de que aquel lugar apestaba a sangre lo que le llamó la atención, por lo que sin pensarlo dos veces se dirigió hacia allí. Cuando llegó, vio como allí en el callejón había varios cuerpos de personas asesinadas. Si bien aquello no sería muy sorprendente, fue el hecho de que uno de los cadáveres estaba decapitado lo que le sorprendió.

No sabiendo que pasaba, Jon decidió preguntarle a uno ciudadanos que estaba allí.

"Buenas. ¿Qué ha sucedido?"

El ciudadano miró a Jon y respondió. "Han asesinado a algunos guardias Unsullied junto con alguna persona más."

Jon dejo de mirar al ciudadano y volvió a mirar a los muertos. No demoró ni diez segundos en descubrir quienes eran los Unsullied, pues eran los únicos que tenían armadura.

'Su armadura no era del todo mala. Pero estaban en muy mal estado de forma, eso ha provocado que los maten tan fácilmente.' Pensó Jon al ver como cada uno de ellos tenía varias puñaladas en el cuerpo. Dejando de ver a los Unsullied, Jon miró el cadáver decapitado. 'Esto es raro, si deseaban hacer de él un ejemplo, porque no llevarse el cadáver completo. No, esto es claramente un asesinato en venganza. '

Los pensamientos de Jon se interrumpieron cuando recordó que tenía que ir al muelle, se fue del lugar, pues no tenía ni el interés ni las ganas de investigar este asesinato.

Tras caminar durante varios minutos, al fin llegó al puerto. Cuando el viento salado impacto en su rostro, Jon solo sonrió, pues eso indicaba que viajaría hacia Lys dentro de poco. Sin embargo, antes de ir a su barco, comenzó a caminar hacia un edificio ubicado al extremo derecho del puerto. El edificio era un simpe edificio rectangular de tres plantas, cuyos ladrillos eran color durazno y sus tejas eran rojas. Al entrar en dicho edificio, Jon vio a varias personas ir de un lugar a otro, personas sentadas frente a que tenían libros donde escribían transacciones comerciales. Este edificio era el control de aduanas de la ciudad de Pentos.

Caminando hacia uno de esos hombres, Jon se sentó y tosió falsamente para llamar la atención del hombre frente a él.

El hombre, el cual era un hombre de unos cuarenta años con el cabello ralo de color castaño con una barba con vetas grises, levantó la vista de su libro y miró a Jon.

"Ohhh… Capitán Snow. Lo estaba esperando. Se supone que debía de zarpar anoche, pero no lo hizo." Dijo el hombre con voz casi acusatoria.

"Si, lo se. Y lamentó aquello, pero surgió algo de último minuto. Por eso no pude zarpar ayer." Dijo Jon mientras se rascaba la nuca, pues estaba un poco apenado.

"Ya veo. Bueno, sí fue algo de último minuto no creo que haya mucho problema. Sin embargo, pese a que fue algo fortuito, me temo que tendrá que pagar una multa por no zarpar el dia que indicó que lo haría."

"Vale… no hay problema. ¿De cuánto estamos hablando?"

"No mucho, solo un pago por un dia de estadía en el puerto con una carga impositiva del cincuenta por ciento del pago diario."

"Ya veo, así que tendré que pagar un dia más la mitad de cantidad de otro dia, ¿verdad?"

El hombre asintió.

Tras aquello, Jon se llevó una mano a su bolsa mágica y de allí sacó una bolsa con monedas. Dejando la cantidad de dinero en la mesa del hombre, este comenzó a contarlo. Cuando terminó, el hombre asintió y le dio a Jon un pedazo de papel con algunas cosas escritas allí. Tras sellar con cera la hoja, Jon se fue del lugar con Fantasma.

Cuando llegó a donde estaba anclado el «StarWolf», Jon vio que había guardias en su muelle. Aquellos guardias eran los encargados de proteger los barcos durante la noche, a la vez que se encargaban de asegurarse de que todos los barcos que estén por zarpar hayan pagado el impuesto por atracar en el puerto.

"Buenos días." Saludó Jon a los guardias.

"Buenos días, capitán." Respondieron al unísono ambos. Tras aquello, uno de ellos dio un paso al frente y volvió a hablar. "Si va a zarpar espero que haya pagado el impuesto de atraque."

Jon asintió y le dio la hoja que recibió del hombre en la oficina de control de aduanas de la ciudad. Al leer la hoja, el guardia asintió y tras devolverle a Jon la hoja, se fueron del lugar. Cuando Jon vio que ya no estaban cerca, comenzó a caminar junto a Fantasma hasta que llegaron al barco. Tras subir por la rampa, ambos estuvieron en la cubierta del «StarWolf».

Cuando puso un pie allí, Jon fue abordado rápidamente por un molesto Pyp.

"¡Maldita sea, Jon! ¿Dónde coño estabas?" preguntó Pyp acercándose a su amigo.

"Sucedió algo y perdí la noción del tiempo."

Pyp entrecerró los ojos, pero luego de soltar un suspiro, asintió. Girando su cabeza, Pyp gritó. "¡Capitán en la nave! ¡prepárense para zarpar!"

Mar Estrecho 297 AC

El «StarWolf» surcaba las aguas del mar Estrecho con dirección a los Stepstones, pues era necesario que pasen por ese lugar para llegar a Lys. Mientras Jon se encontraba en el timón, guiando el barco, Sam y el resto estaban en la bodega del barco, examinando la carga que llevaban, porque sí, ellos estaban transportando mercadería en el barco, más precisamente mercadería que solo se podía obtener en Braavos y en Pentos. Esto lo hacían por que planeaban llevar esta mercadería no a la ciudad de Lys, sino que planeaban llevarla a las Summer Isles, pues allí obtendrían un buen precio por ellas.

"¿Cuánta mercadería llevamos?" preguntó Pyp mientras examinaba uno de los cofres encantados.

"Si mal no recuerdo, creo que el equivalente a cinco mil dragones dorados." Respondió Sam mirando la hoja en la que tenía toda la información de la carga.

"Eso es bastante, pero si tenemos suerte esto se venderá a quince veces su precio en Summer Isles." Comentó Grenn, quien examinaba otra de las cajas.

"Si, si es que no se echa a perder o si no nos atacan los piratas." Señaló Edd con su siempre alegre pesimismo.

"Deja de ser tan pesimista, Edd. Recuerda que los Stepstones fueron purgados de piratas no hace mucho. Si bien es cierto que volverán, la reciente masacre hará que se lo piensen un poco antes de volver. Eso asegurara un paso tranquilo por el lugar al menos por un par de meses más." Dijo Sam.

"Eso espero. Odio luchar en barco." comentó Grenn.

Los otros tres amigos asintieron, pues era la verdad, ya que a ninguno de ellos les gustaba luchar en barco. Ellos descubrieron eso cuando lucharon por Braavos en los Stepstones.

Sin decir más palabras, los cuatro amigos siguieron revisando los cofres con la mercadería. Cuando terminaron de hacerlo y estaban por prepararse para salir, oyeron algo entre las zonas más oscuras de la bodega.

"¿Qué fue eso?" susurró Grenn, llevando su mano derecha a su espada. Esta acción fue copiada por sus amigos.

"No lo sé, pero pareció venir del extremo derecho." Dijo Pyp mirando hacia esa dirección.

"Tal vez sea un monstruo que ha venido a matarnos desde las Thousand Islands." Dijo Edd mirando con un poco de miedo hacia la dirección que mencionó Pyp.

"No lo creo. Si fuese un monstruo ya nos hubiera atacado." Señaló Sam.

Los cuatro amigos estuvieron por caminar hacia allí, cuando de la nada, se escuchó algo aterrizar a sus espaldas.

"¡AHHH!"

"¡Por favor no nos comas!"

"¡Si, comete a Edd, es el más rico de nosotros!"

"¡No, mejor comete a Sam!"

Esos fueron los gritos no tan varoniles que soltaron los cuatro tras escuchar el impacto. sin embargo, para la sorpresa de ellos, no se oyó un rugido de monstruo, sino que se oyó el sonido de una risa. Mirando hacia esa dirección, pudieron ver que el que había caído era Jon, el cual estaba que se cagaba de risa al verlos tan asustados.

"¡Maldita sea, Jon! ¡No nos asustes así!" gritó Grenn.

"¡Grenn tiene razón! ¡Casi se me para el corazón!" gritó Sam.

"Vale, vale. No lo volveré a hacer." Dijo Jon dejando de reír. "¿Qué sucede, porque estaban tan a la defensiva?"

"oímos un ruido y pensamos que era un monstruo." Respondió de manera honesta Edd.

"¿Un monstruo? Je, je, je. No lo creo chicos. Este barco está encantado, por lo que sería difícil que un monstruo se cuele. Además, de haber un monstruo nos hubiese atacado cuando estábamos en Eastwatch."

Las palabras de Jon hicieron que ellos lograsen ver que él tenía razón, pues de haber habido un monstruo, este ya les debía de haber atacado. Por lo que sabiendo que no podía ser un monstruo, comenzaron a pensar en que podía ser. Al final no lograron ponerse de acuerdo, por lo que Jon comenzó a caminar hacia la fuente de aquel ruido. Cuando llegó, vio que el ruido debía de surgir de un barril, dicho barril normalmente solía contener algunas carnes saladas, que eran puestas allí para ser consumidas en el transcurso de la semana.

Soltando un suspiro, Jon movió su mano y levantó la tapa.

Lo que vio dentro de aquel barril hizo que sus ojos se abrieran de sorpresa, pues allí dentro no había carne, sino que había una hermosa chica de piel pálida y pelo plateado con ojos violetas, los cuales lo miraban con una mezcla de miedo y esperanza.


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