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El Gran Chico no dijo nada más y simplemente esperó en silencio.
Ya se había liberado de los grilletes y cumplido su deseo.
Solo quería desahogar todo su odio y su ira.
Pero ahora tenía tiempo para soportarlo, porque valía la pena esperar.
...
En el área experimental.
El alcaide miró los números en la pantalla, sintiéndose muy insatisfecho. Habían acordado tres días, ¡pero de repente treinta y cinco de las cincuenta personas habían muerto!
Los quince restantes estaban todos juntos. ¿Qué demonios estaba pasando?
El alcaide vio que algo iba mal, e incluso su estratega, Zach, también vio que algo estaba mal.
Zach miró a las quince personas reunidas en la pantalla, especialmente a una de ellas, Cass, no pudo ocultar su ira y dijo: