Más tarde durante ese día, luego de que los hermanos terminaran de comer su almuerzo, Haru, quien estuvo observando a su hermana todo el rato, de repente dejó escapar un profundo suspiro.
—¿Qué pasa?
—Uhh... nada, solo me siento bastante aliviado.
—¿Por qué?
Davi observó atentamente a su hermano menor que lucía un poco diferente a pesar de que estaba sonriendo como siempre.
—Solo estoy feliz... quienquiera que sea tu esposo, creo que quiero conocerlo para darle las gracias.
Una línea apareció entre las cejas de Davi cuando escuchó a su hermano. Lucía confundida, como si un gran signo de interrogación hubiese parecido sobre su cabeza. La expresión hizo que la sonrisa de Haru se ampliara.
—Hermana... desde que tengo recuerdos, tú siempre has sido quien se ha encargado de mí. Me diste todo. Has trabajado duro por mí. Abandonaste muchas cosas por mí. Tú---