Hinari estaba estupefacta en profundidad. Nunca en sus sueños más salvajes pensó en conocer a una persona como esta, una persona quien de hecho había bloqueado su seguridad con tan solo su existencia. Sin embargo, cuando ella notó la forma en que él miraba a Davi, una sonrisa juguetona salió repentinamente de su cara en un segundo. Despertando su noqueada compostura una vez más.
¿Mmm? ¿Podría ser que este hombre sea…?
Mientras esperaban por su comida, Hinari aún estaba observando en secreto a Sei mientras le hablaba a Davi. Y en todo este tiempo, aparte del momento en que Davi se lo presentó, el hombre nunca la miró. Como si la única persona que existiera en los ojos de este hombre solo eraDavi y nadie más.