A la mañana siguiente, Davi estaba con el uniforme puesto, sosteniendo su arma, mientras caminaba hacia el área de entrenamiento cuando un lujoso Maybach Exelero se tuvo frente a ella.
Ella se detuvo y cuando, se abrió la portezuela del coche, un adorable niñito salió de él. Estaba vestido admirablemente, como si acabara de salir de una sesión de fotos para una revista.
El niño realmente era tan adorable que Davi sintió que un montón de flechas de cupido le atravesaban el corazón. Davi sintió que su corazón volvía a latir con fuerza, sin embargo, se quedó pegada al suelo hasta que el niño se le acercó.
—¡Mamá, eres tan genial! —exclamó y Davi puso los ojos como platos. Lentamente, se puso de rodillas y dejó caer al suelo su arma. Al oír la palabra "mamá", se sintió como si le hubiera caído un rayo.