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Henry no tenía idea de por qué Su Majestad quería que cazara animales mágicos. Aditya nunca había dado este tipo de órdenes antes.
Henry sabía que eventualmente conocería la respuesta, así que no se molestó en hacer preguntas. Se le había dado muy poco tiempo, por lo que cada segundo importaba.
Henry se consideraba el escudo y la espada de Aditya. Mientras Aditya le dé la orden personalmente, él hará lo que se le ordene hacer.
—Pero aún así, tengo mucha curiosidad —Henry pensó para sí mismo mientras caminaba hacia el mismo lugar donde había dejado a Aditya.
A medida que se acercaba, sintió un nuevo y fuerte aura única en el Palacio del Dragón. Henry podía sentir el aura de Aditya junto a él.