Debido a la marca de nacimiento en su cara y porque le gustaba estar sola, Qiao Qing había sido acosada durante un tiempo.
Incluso hasta ahora, seguía siendo una de las solitarias en clase. Así que cuando vio tinta roja en su escritorio y en el de Qin Yan por la mañana, su primer pensamiento fue que estaba dirigido a ella.
Era como si no mereciera vivir en este mundo porque la marca de nacimiento en su cara la hacía ver fea. Pero el chisme de otros estudiantes le hizo darse cuenta que no estaba dirigido a ella, sino a Qin Yan.
Siendo adolescentes, los jóvenes actuaban imprudentemente como les gustaba y no sabían cómo respetar a los demás en absoluto.
Qin Yan no tenía intención de reconocer las tonterías de este abusón. Se negaba a inclinarse ante nadie y no quería perder su tiempo dando aire a su arrogancia.