—¿Qué píldora me has dado? —preguntó Fua Sui Jue.
—Pronto lo sabrás —Yu Qi dio una sonrisa. Esa sonrisa parecía siniestra. Incluso otros que vieron la sonrisa temblaron.
Song Tai sintió sudor frío en su espalda. Su gran jefe se veía muy malvado en este momento. Sin embargo, estaba emocionado por ver el efecto de la píldora que su gran jefe había utilizado justo ahora.
La habitación estuvo silenciosa hasta que Yu Qi empezó a acercarse de nuevo a Fua Sui Jue. Fua Sui Jue tenía miedo de esta joven chica. 'Esta joven no es normal', pensó.
—Bueno, entonces dime. ¿Quién te ha enviado aquí? —Yu Qi hizo la misma pregunta una vez más.
Fua Sui Jue pensó que ella le haría algo más pero solo hizo la misma pregunta. Bueno, él no respondería. Solo se mantendría callado.
—No sé —dijo Fua Sui Jue. Él mismo estaba sorprendido. Ni siquiera sabía por qué su boca hablaba.
—¿Por qué te han enviado aquí? —Yu Qi preguntó de nuevo.