La expresión de Finaal no era buena. Sentía que su hija merecía una boda. Estaba a punto de discutir su punto de vista cuando escuchó a su hija llamarlo.
—Padre. No necesito una boda. Quiero decir, en primer lugar, esto no habría sucedido si no hubiese tomado la iniciativa yo misma. Me he forzado un poco a entrar en la familia de Blake. Así que una boda no es necesaria.
—Esto… —Finaal todavía quería argumentar, pero vio a Blake acariciar la cabeza de su hija, haciendo que ella sonriera, lo que hizo que las palabras se le atascaran en la garganta—. Está bien. Entiendo. No insistiré en el tema.
—Cuando termines tus reuniones, házmelo saber. Estaré deambulando un poco con Dana como mi guía. —Blake cambió la manera en que llamaba a la Princesa Danaphine. No podía, por derecho, llamarla princesa porque su relación había cambiado.
—Entonces hablaré contigo más tarde. —Finaal suspiró. Aunque sabía que este nuevo acuerdo era bueno, todavía sentía que debería hacer algo por su hija.