—Blake tiene razón. Vamos —Lillia estuvo de acuerdo con Blake—. Realmente no había razón para continuar especulando sobre las cosas.
El grupo siguió las huellas durante casi medio día hasta llegar a un edificio derrumbado que tenía parte de la pared destruida. Estaba cubierto de vegetación y tenía muchas enredaderas colgando sobre el orificio. El interior estaba completamente oscuro, lo que hacía difícil ver qué había dentro. Pero Blake pudo oler un aroma familiar. —Están aquí.
—Oye, ¿cómo sabes? —Bret preguntó. Estaba bastante confundido sobre cómo Blake sabía con certeza que estaban aquí.
—Puedo oler perfume. Una de tus subordinadas usa perfume durante la patrulla. Cuando la recuperemos, tendrás que reprender a la que lo llevaba puesto. Pero en este caso, eso nos permitió saber que estaban aquí —Blake respondió.