—Ve a prepararte. Asegúrate de traer armas —le frotó la cabeza otra vez.
—¡Vale! —Anna sonrió ampliamente y abrazó a Blake. Se quedó un momento disfrutando de su calor antes de soltarle y salir corriendo. Blake la vio alejarse felizmente con una sonrisa en su rostro. Estaba contento de que Anna pudiera crecer normalmente después de todo lo que había pasado.
—Entonces... ¿Qué vas a hacer con ella? —Lillia preguntó mientras enganchaba su brazo con el de Blake.
—¿A qué te refieres? —Blake no entendió. ¿No le acababa de dar dos de sus golems y una marca para llamarlo cuando necesitara ayuda? Estaba confuso por las palabras de Lillia.
—Quiero decir, creo que es una buena candidata para convertirla en drakani, ¿no es así? —Lillia preguntó. Incluso tenía una sonrisa maquinadora en los labios cuando hizo esta pregunta.