Si tuviese otra opción, Lu Xinyi no volvería a pisar ese lugar nunca más. Preferiría quedarse en casa flojeando mientras esperaba a que su esposo volviese, antes que ver a esa gente otra vez.
¿Realmente tenía que encararlos?
Lu Xinyi giró a la derecha y encontró un lugar para estacionar su nuevo auto. Le había insistido a su esposo que no quería un auto para ella sola, pero aún asíél le dio uno de los más nuevos que tenía en el garaje.
Si Gong Yijun pudiese ver lo que Shen Yi le podía ofrecer, seguramente vomitaría sangre.
Apagó el motor y se quitó las gafas. Seguramente se veía mejor ahora que antes. No, no era porque Shen Yi había empezado a bañarla en regalos y vestidos lujosos, sino porque no era la misma persona que había dejado en el crucero con el corazón roto.
Tomó la chaqueta negra del asiento delantero y salió del auto. Haciéndose paso por el estacionamiento, recordó los días en los que le costaba ajustarse a su horario de trabajo.
Su teléfono sonó, haciendo que se parara a sacarlo de su bolsillo. Leyó el mensaje y sus ojos se ensancharon. Maldijo en silencio.
—Mierda. Se me olvidó que Xiulan regresó el fin de semana pasado.
Se regañó a sí misma. Era obvio que no dejaría de escuchar a Lu Xiulan reprimiéndola. Si Shen Yi no la hubiese distraído el fin de semana, ella no se hubiese olvidado de encontrarse con su prima.
Olvídate de la bruja marina y la perra, lidiaré con ellas luego.
Aún era temprano y realmente no arruinar su día mirando sus feas caras. Por ahora tenía que apaciguar la ira de Lu Xiulan, o de lo contrario podía hacer algo estúpido de nuevo.
Lu Xinyi se apresuró en responderle a su prima, diciéndole que se reunieran en el Café Fluffly Bites, donde solían pasar el rato.
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Lu Xinyi entró al café. Revisó el mensaje en su teléfono y buscó a Lu Xiulan con la mirada. La encontró justo después de voltear a la esquina.
—¡LU XINYI! ¿Dónde demonios estuviste el fin de semana? ¡Me hiciste esperar mucho tiempo y nunca respondiste mis llamados! —se quejó Lu Xiulan mientras que Lu Xinyi se sentaba a su lado.
—Lo siento, Xiulan. Estuve realmente ocupada y olvidé totalmente que tenía que encontrarme contigo.
Lu Xinyi notó que su prima le fulminaba con la mirada y levantó la cabeza repentinamente. El vestido y la cara furiosa de Lu Xiulan hizo que Lu Xinyi se preguntara por qué no heredó los genes que hacían tan bonita a su prima. Se sentía simplona y aburrida, demasiado hortera para encontrar prendas adecuadas para su cuerpo. Estas eran algunas de las razones por las que prefería usar jeans y camisas.
—¿Por qué razón te olvidarías de mí? —preguntó Lu Xiulan, indiferente.
Lu Xinyi recién había regresado de sus vacaciones después de terminar con su ex novio, pero no lucía afectada en absoluto. Lu Xiulan pensó que Lu Xinyi correría hacia ella, llorando, maldiciendo a Gong Yijun. Sin embargo, lucía normal, como si nunca hubiese terminado su relación en primer lugar.
—Ya te dije, estaba ocupada. Se me fue el tiempo.
—¿Tú? ¿Ocupada? Realmente dudo que tú estuvieses ocupada —repuso Lu Xiulan frunciendo el ceño.
A pesar de no haber crecido juntas, ella conocía a su prima como la palma de su mano. Lu Xinyi era una procrastinadora, pero no era del tipo de persona que olvidaba sus citas y encuentros.
—Xinyi, ¿realmente terminaste con él?
Lu Xinyi ordenó un vaso grande de su té favorito: oreo con leche, antes de volver la mirada a Lu Xiulan.
—Terminé con él —dijo despreocupadamente—, me encontré con él y Meng Jiao teniendo relaciones en nuestra cama —explicó.
—Ouch —Lu Xiulan hizo un gesto de dolor, Lu Xinyi asintió—. Pero no luces destrozada en absoluto.
Lu Xinyi se encogió de hombros, la mesera vino y le sirvió su té con leche.
—Me di cuenta de que no era el tipo de amor que yo esperaba. Era más un amor por conveniencia. Crecimos juntos, compartimos recuerdos y nos llevábamos bien. Pensé que lo amaba, pero, en realidad, solo estaba acostumbrarla a tenerlo cerca. Tanto así que me rehusaba a ver lo que estaba ocurriendo realmente —masculló.
—Uhh, qué horror.
—Realmente debimos haber terminado antes. Todo se vuelve un problema cuando no estás verdaderamente feliz y lo que en realidad deseas es una conexión profunda. Tristemente, sí, quizá esa fue la razón por la que nuestra relación realmente terminó.
Las acciones de las parejas que están realmente enamoradas son drásticamente diferentes de las parejas que simplemente están juntas por alguna forma de conveniencia o necesidad. Es una diferencia tal como el día y la noche, que realmente podrías mirar si supieras cómo hacerlo.