Ha pasado una semana desde que terminó el Torneo Lionheart, y numerosos miembros de la generación más joven, que habían presenciado y participado en el torneo, llevaron las noticias de los emocionantes combates que habían visto durante su estancia a casa.
Lo curioso era que el verdadero nombre del Campeón había sido dejado de lado, y su alias, Mi Papá, se había extendido por doquier. Desde la cumbre más alta de las regiones del norte, hasta el desierto más lejano del oeste, el nombre de Mi Papá resonaba ya que era cantado por los bardos, quienes querían compartir su historia y logros con el mundo.
En lugar de un apuesto Medio Elfo de cabello rojizo, los Bardos contaban la historia de un adolescente regordete con cabellos tan negros como la noche y ojos marrón claro que podían cautivar a aquellos que los miraban.